Estados Unidos denuncia que Irán ayuda a Rusia a construir una fábrica de drones

La Casa Blanca ha comunicado, a través de su portavoz, John Kirby, que Rusia podría estar recibiendo ayuda de Irán para construir una fábrica de drones kamikaze. "Nos preocupa que estén trabajando juntos para producir vehículos aéreos no tripulados iraníes desde el interior del país", afirmó.

Seguidamente, el portavoz aseguró contar con información sobre la construcción de la planta que "podría estar en funcionamiento a principios de 2024". Concretamente, la infraestructura se está construyendo en la Zona Económica Especial de Alabuga en Rusia, de acuerdo con una imagen satelital publicada por el país norteamericano.

En la comparecencia, Kirby también afirmó que la cooperación entre los soviéticos e Irán estaba profundizando y señaló que Rusia utilizaba cientos de drones proporcionados por sus aliados. "Ha estado utilizando vehículos aéreos no tripulados iraníes en las últimas semanas para atacar Kiev y aterrorizar a la población ucraniana. La asociación militar entre Rusia e Irán parece estar profundizándose", señaló.

Los UAV Shahed 136, de origen iraní, son una de las aeronaves no tripuladas más utilizadas por los soviéticos para sus ofensivas a Ucrania. De hecho, estos drones suicidas han protagonizado varios ataques masivos que pretenden saturar los sistemas de defensa. Estos pueden cargar hasta 50 kilos de explosivos y volar a una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora. Pero más allá de estas condiciones, lo que hace que sean efectivos es su bajo coste. Su fabricación no supera los 20.000 dólares, un factor que permite a los rusos utilizarlos masivamente.

Una cooperación a gran escala

Aunque Teherán insistió en el pasado en que los drones fueron suministrados a su aliado antes de la invasión de Ucrania por parte de Moscú, en febrero, varios países de la Unión Europea y Estados Unidos ya habían rebatido esta afirmación, diciendo que el primer envío se organizó en el verano de 2022. Ahora, la Casa Blanca apunta a una asociación a gran escala durante el conflicto armado: "Esta es una asociación de defensa a gran escala que es dañina para Ucrania, para los vecinos de Irán y para la comunidad internacional. Continuamos utilizando todas las herramientas a nuestra disposición para exponer e interrumpir estas actividades, incluso compartiendo esto con el público. Estamos preparados para hacer más".

Además de la denuncia de esta cooperación, la Casa blanca ha advertido a "la comunidad internacional y al sector privado" sobre la importancia de no colaborar en este proyecto. Es decir, les instan a no suministrar a Irán materiales que puedan ser utilizados para la fabricación de sistemas no tripulados. En esta línea, los departamentos de Estado, Comercio, Justicia y del Tesoro también alertaron sobre esta situación a través de un comunicado: "Es fundamental que la industria privada sea consciente de sus obligaciones legales con respecto al desarrollo de los drones por parte de Irán y la adquisición de componentes asociados, y ponga de su parte para evitar cualquier acción que promueva el desarrollo de este desestabilizador y peligroso programa".

Cabe destacar que, al margen de la colaboración con Irán, los soviéticos han introducido recientemente un nuevo dron kamikaze de fabricación nacional. El Privet-82, de la compañía Oko, es una aeronave que destaca por su bajo coste, puesto que su precio ronda los 100.000 rublos (1.125,37 euros) y que ha sido validada por el Ministerio de Defensa de Rusia. El UAV dispone de un alcance de 30 kilómetros y, durante su vuelo, puede transportar una carga de 5,5 kilos, tal y como indica el fabricante. En cuanto a su velocidad constante, el sistema vuela a 90 kilómetros por hora, aunque puede alcanzar los 140 en horizontal y 160 en vuelo de inmersión.