La última versión del MQ-4C Triton, el sistema aéreo no tripulado de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) desarrollado por Northrop Grumman, ha comenzado su fase de pruebas con el Naval Air Systems Command de la Armada de los Estados Unidos. Los ensayos, que se están llevando a cabo en la Estación Aeronaval de Patuxent River, en el estado de Maryland, incluyen tareas de calibración y validación antes de su entrega a una unidad operativa de la Fuerza Naval.
Predicciones a distancia con enfoque estratégico
Diseñado para ofrecer vigilancia persistente en entornos marítimos, el Triton está considerado uno de los sistemas ISR no tripulados más avanzados del mundo. Construido en las instalaciones del conglomerado en Palmdale (California), este modelo da soporte tanto a la Armada de Estados Unidos como a la Fuerza Aérea Australiana, permitiendo ejecutar misiones como patrulla marítima, inteligencia de señales (Sigint por sus siglas en inglés) o búsqueda y rescate (SAR).
Hasta la fecha, 20 unidades del MQ-4C han sido fabricadas para la Armada estadounidense. Su diseño permite cubrir grandes áreas oceánicas con capacidad de recopilación de datos en tiempo real, mejorando la planificación táctica y la coordinación entre fuerzas conjuntas. Además, gracias a su autonomía y alcance, el sistema permite anticipar patrones de comportamiento de fuerzas adversarias con un enfoque estratégico.
Un sistema preparado para operar en el Ártico
Tal y como publicó Inofdron.es, a finales de septiembre del pasado 2024, Northrop Grumman puso a prueba el sistema de navegación equipado en los MQ-4C Triton para operar en latitudes del Círculo Polar Ártico. Según el fabricante, el objetivo de los ensayos fue elevar su compromiso de proporcionar capacidades críticas de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y selección de objetivos, así como validar la habilidad del dron y sus componentes para operar en entornos austeros como el Océano Ártico.
El Triton utilizado en la campaña fue capaz de recorrer más de 100 millas (160 kilómetros aproximadamente) por el Polo Norte, tras despegar desde Deadhorse, Alaska. Durante este trayecto, que tuvo una duración de 5 horas, los ingenieros de Northrop Grumman monitorizaron el rendimiento del sistema de gestión de misión y programas de vuelo operativos de la plataforma, recogiendo datos de navegación referentes a los espacios aéreos estadounidense y canadiense.
El conglomerado aprovechó los vuelos de prueba para testear nuevos procedimientos de inicialización y alineación de los sistemas GPS en tierra, con el fin de habilitar operaciones desde pistas por encima de los 70 grados de latitud norte. Los resultados de los ensayos se utilizarán para actualizar y mejorar los MQ-4C, que ya son adecuados para misiones en el Alto Norte, al operar muy por encima de los vientos del Ártico, evitar posibles impactos y desplazarse a velocidades que no limitan el desempeño de la misión incluso en altitudes medias.