La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (Darpa) y la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) han anunciado una colaboración centrada en el Programa Capstone de Sistemas de Software Resilientes, que tendrá como plataforma piloto al dron MQ-9 Reaper de General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI). Este proyecto pretende incorporar herramientas basadas en métodos formales para mejorar la seguridad y fiabilidad del software de uno de los sistemas no tripulados más emblemáticos en las operaciones militares actuales.
El Programa Capstone busca transformar el enfoque tradicional del desarrollo de software en sistemas críticos, abandonando el método reactivo de parches y pruebas posteriores por un proceso riguroso que utiliza técnicas matemáticas para garantizar que el software funcione según lo diseñado desde las fases iniciales del desarrollo. Este enfoque permite detectar y corregir posibles vulnerabilidades antes de la implementación, aumentando la resiliencia frente a ciberataques y acelerando la obtención de la certificación y la autorización para operar (ATO por sus siglas en inglés).
El MQ-9 Reaper será la primera plataforma en la Fuerza Aérea de EEUU en integrar estas tecnologías avanzadas. En palabras del ingeniero jefe del Centro de Gestión del Ciclo de Vida de la Fuerza Aérea para sistemas UAS de media altitud, Oren Edwards,“el Programa Capstone para el MQ-9 mejorará el apoyo de los programas de Darpa, proporcionando un salto cualitativo en la capacidad para acelerar el despliegue de software robusto y resiliente en sistemas de armas.”
El desarrollo de esta iniciativa contempla un periodo aproximado de 24 meses, durante los cuales se evaluará la efectividad del software resiliente en términos de seguridad, coste y rapidez de integración en un entorno operativo real. Además, el programa busca facilitar la creación de una “Guía de Mejores Prácticas” que impulse la adopción generalizada de estos métodos formales en otros programas y sistemas dentro del Departamento de Defensa. De esta forma, la Fuerza Aérea da un paso significativo hacia la creación de software más seguro y confiable para sus sistemas no tripulados, garantizando que plataformas clave como el MQ-9 Reaper puedan operar en entornos hostiles con un nivel superior de protección cibernética.
Esta colaboración responde a la creciente necesidad de asegurar sistemas críticos ante un panorama de amenazas cibernéticas cada vez más sofisticadas. Darpa subraya así que los métodos formales no solo reducen vulnerabilidades, sino que también permiten acelerar los procesos de verificación y validación, mejorando la agilidad para incorporar nuevas capacidades sin sacrificar la seguridad.