Boeing y la Fuerza Aérea australiana llevan a cabo la primera operación colaborativa entre un MQ-28 y un E-7A Wedgetail

El conglomerado aeronáutico y aeroespacial Boeing y la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) han llevado a cabo con éxito una misión contra un objetivo aéreo utilizando dos sistemas no tripulados MQ-28 Ghost Bat y un tercer avión digital, todos controlados desde un E-7A Wedgetail en vuelo. Durante la operación, un solo piloto a bordo del E-7A tomó el control de los MQ-28, emulando el papel que desempeñan al navegar delante y proteger a los activos tripulados.

Los ensayos formaro parte de una serie de eventos con activos de la RAAF que se están llevando a cabo a lo largo de este año, conocidos como Demstración de Capacidad 2025 o CD25. Según ha explicado Boeing, este programa busca demostrar la eficacia operativa del MQ-28 y cómo los aviones de combate colaborativos se integrarán y operarán con los activos tripulados australianos. Además, los eventos futuros implicarán la colaboración de otras plataformas, como los cazas de combate F/A-18F y F-35.

En palabras del director de Programas Globales MQ-28, Glen Ferguson, "esta prueba demuestra la integración de sistemas de toda la familia, la solidez de la arquitectura de sistemas abiertos y constituye, además, un primer paso fundamental hacia la integración nativa del software y los sistemas de comunicaciones de los socios de la misión en el E-7A Wedgetail". Ferguson aseguró también que el ensayo "no solo validó un elemento clave del concepto de operaciones del dron, sino también cómo los aviones de combate colaborativos pueden expandir y mejorar el papel del E-7A para satisfacer los requisitos de la fuerza futura.

El software utilizado ha sido desarrollado e implementado conjuntamente por Boeing Defence Australia, Defence Science and Technology Group y los Laboratorios de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Para el director de Programas de Dominio Aéreo de Phantom Works en Boeing, Adam Tsacoumangos, "la prueba ha sido un esfuerzo de colaboración excepcional entre organizaciones gubernamentales, contratistas y socios globales y es, además, otra prueba tangible de la madurez del programa".