El HAPS Zephyr completa un vuelo estratosférico de 67 días gracias a baterías de ultra alta energía

La compañía británica Aalto, subsidiaria del conglomerado Airbus especializada en el diseño, fabricación y operación de plataformas de tipo HAPS, ha completado con su pseudosatélite de gran altitud Zephyr un vuelo estratosférico ininterrumpido de 67 días a 70.000 pies (21.000 metros aproximadamente), rompiendo con su anterior récord de resistencia y registrando el despliegue de aeronave continuo más largo de la historia. 

Este hito ha sido posible gracias a las baterías de ánodo de silicio de la compañía Ampirus Technologies, principal proveedor de acumuladores del programa, que ya participó en el anterior vuelo de ultra larga resistencia de la plataforma, cuya duración fue de 64 días. 

Resistencia para misiones HAPS persistentes

El Zephyr se configura como un vehículo aéreo no tripulado alimentado por energía solar y diseñado para operar en la estratosfera. La aeronave es capaz de cargar sus baterías durante el día mediante paneles solares para, después, funcionar con esta energía durante la noche. En este sentido, las celdas de iones de litio de ultra alta densidad energética de Ampirus proporcionan el almacenamiento esencial para que el HAPS pueda volar durante ciclos de varias noches en el aire enrarecido de esta capa.

Al proporcionar energía confiable durante la noche, estas baterías de ánodo de silicio son un factor clave para el éxito de la misión, permitiendo que la plataforma mantenga una operación continua durante más de dos meses. Cabe destacar que las celdas de Ampirus se encuentran entre las pocas baterías disponibles comercialmente que ofrecen la resistencia necesaria para misiones HAPS persistentes, una capacidad esencial para la longevidad del Zephyr en vuelos diurnos y nocturnos.

Tecnología con gran potencial a nivel comercial y de defensa

Según Aalto, este vuelo récord subraya el potencial de las plataformas de pseudosatélite de gran altitud para aplicaciones comerciales y de defensa. El fabricante asegura que, operando a aproximadamente 70.000 pies, el Zephyr puede volar durante meses, combinando eficazmente la persistencia de un satélite, con la flexibilidad de un vehículo aéreo no tripulado.

Esta capacidad abre la puerta a misiones como la vigilancia fronteriza continua, la retransmisión segura de comunicaciones y la monitorización ambiente, que requieren una cobertura persistente y a largo plazo. Esta autonomía ultralarga es especialmente valiosa para la defensa, donde los sistemas HAPS pueden proporcionar capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento persistentes y conectividad en áreas críticas sin interrupciones.