España invertirá 26,7 millones para impulsar la fabricación de drones hipersónicos

La startup suiza Destinus se ha propuesto construir un avión hipersónico no tripulado propulsado con hidrógeno que vuele de una ciudad a otra con menos emisiones. El avión hipersónico alcanza velocidades más de cinco veces superiores a la del sonido y puede llegar a la otra punta del mundo en tres o cuatro horas. La empresa ha anunciado que el Gobierno español le ha concedido subvenciones para dos proyectos por un valor total de 26,7 millones de euros para ampliar sus capacidades de propulsión por hidrógeno y seguir invirtiendo en la fabricación de aviones hipersónicos.

Estas subvenciones se concedieron en el marco del plan español para mejorar la producción de hidrógeno renovable y el desarrollo de soluciones de movilidad basadas en el hidrógeno. El Gobierno español realiza importantes inversiones en el desarrollo de la propulsión por hidrógeno como parte de su plan de resiliencia y transformación económica a través de proyectos estratégicos financiados por los fondos Next Generation de la Comisión Europea.

Una subvención de 12 millones de euros se destinará a la demostración de vuelos propulsados por hidrógeno como parte de un programa del Ministerio de Ciencia. El Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), organismo que supervisa el programa del Ministerio, ha seleccionado el proyecto como iniciativa estratégica dentro de su Plan Tecnológico Aeronáutico (PTA). ITPAero y Destinus están desarrollando conjuntamente instalaciones de ensayo de motores de hidrógeno.

En diciembre de 2022, en el marco del Ministerio para la Transición Ecológica, el Instituto Español para la Diversificación de la Energía seleccionó a Destinus para un nuevo proyecto de 14,7 millones de euros destinado a demostrar la viabilidad del vuelo supersónico con energía hidráulica.

Destinus afirma que sus aviones hipersónicos -la startup planea construir más de uno- combinan las tecnologías aeroespaciales más avanzadas, y que sus capacidades de largo alcance y alta velocidad, habilitadas por el hidrógeno como combustible, pueden abrir en poco tiempo nuevas rutas de vuelo para el transporte de carga y pasajeros a cualquier lugar de la Tierra.