Reino Unido publica material guía para contrarrestar las amenazas de los drones al transporte marítimo
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Reino Unido publica material guía para contrarrestar las amenazas de los drones al transporte marítimo

El documento analiza también los diferentes tipos de sistema antidrón disponibles en el mercado y sus posibles usos en el ámbito naval
Maersk Chastine
Buque de carga Chastine Maersk. Firma: Maersk
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El Departamento de Transporte del Gobierno del Reino Unido ha publicado nuevo material guía, titulado Countering drone threats to shipping, con el objetivo de ayudar a la industria marítima a comprender la tecnología de los drones aéreos, la amenaza potencial de estos sistemas a los buques marítimos y las opciones de respuesta asociadas disponibles en el mercado para mitigar posibles ataques.

El documento se centra, principalmente, en las aeronaves no tripuladas para uso comercial; en aquellas con una masa máxima de despegue (MTOW por sus siglas en inglés) menor a 20 kilogramos, según lo define el marco normativo de la Autoridad De Aviación Civil (CAA); y en municiones merodeadoras, también conocidas como loitering munitions, como, por ejemplo, los conocidos drones kamikaze Shahed 136. Además, también analiza la amenaza que pueden suponer sistemas como los drones anfibios, los vehículos autónomos de superficie (ASV), los submarinos no tripulados (USV) y los enjambres, dejando fuera plataformas como los Thales Watchkeeper WK450, los Bayraktar TB2 y los MQ-9 Reaper de General Atomics.

Un nuevo vector de ataque contra embarcaciones

Según la guía del Gobierno británico, “los drones aéreos se pueden utilizar para plantear una amplia gama de amenazas a los barcos, que van desde daños menores debido al uso inapropiado por parte de los pasajeros, hasta actividades delictivas o terrorismo en casos extremos”. El documento recalca que estas amenazas “suelen ser de naturaleza similar a las convencionales”, con la única diferencia de que “se usan sistemas aéreos no tripulados como herramienta”.

Por ello, el Departamento de Transportes insta a las organizaciones marítimas a “realizar una evaluación exhaustiva de la amenaza y la vulnerabilidad de esta tecnología, para comprender qué problemas son más relevantes para sus operaciones, teniendo en cuenta particularmente las geografías de actividad, el tipo de carga de la embarcación y cualquier posible consideración política”. Esta evaluación se configura como “un primer paso fundamental” a la hora de diseñar y ejecutar respuestas proporcionadas y eficaces.

Principales amenazas de drones a buques comerciales

La guía ofrece un listado de las principales amenazas de drones a los buques comerciales. En primer lugar, destaca la denominada “entrega explosiva”, es decir, aquellos ataques en los que los sistemas aéreos no tripulados se utilizan para transportar municiones explosivas, merodear alrededor de un objetivo o lanzar proyectiles provocando daños y perturbaciones. Estas ofensivas tienen como consecuencia la interrupción de la navegación, lesiones o muerte de la tripulación, reparaciones que aumentan los costos y el tiempo en el muelle, impacto ambiental por el derrame de la carga y posibles incendios o explosiones secundarias en el caso de las embarcaciones que transportan petróleo o materiales peligrosos.

En relación con este primer tipo de amenaza destaca, asimismo, la entrega de materiales químicos o bilógicos, en la que los drones se utilizan para esparcir o soltar líquidos y compuestos nocivos para dañar la carga del barco o a sus tripulantes, obligando a realizar labores de descontaminación.

Dadas sus características, los drones equipados con sensores se pueden utilizar como sistemas de vigilancia para capturar imágenes de los navíos y sus operaciones o interceptar señales de comunicaciones codificadas, apoyando así actividades relacionadas con la piratería. Todos estos datos pueden ser transferidos remotamente a estaciones de control ubicadas a grandes distancias, aumentando la vulnerabilidad del barco frente a misiones de espionaje corporativo y reduciendo la privacidad de los tripulantes.

Finalmente, destacan también las actividades de sabotaje y la perturbación, en las que los drones se despliegan deliberadamente para alterar los sistemas de los buques como, por ejemplo, los equipos de navegación o los módulos de comunicaciones. Dentro de esta categoría también se agrupan todas las amenazas en las que las aeronaves no tripuladas se emplean para transportar sistemas electrónicos capaces de emitir una señal que interfiera con otros mecanismos o que permita realizar ciberataques de falsificación de señal o ransomware. Estas ofensivas generarían condiciones de navegación peligrosas o errores de cálculo, poniendo también en peligro a las embarcaciones colindantes.

Requisitos operativos de mitigación

El material guía del gobierno británico propone diferentes opciones para mitigar las amenazas de los drones, como el “endurecimiento del objetivo del recipiente” para agregar protección a la embarcación y su tripulación; el uso de guardias armados que actúen como observadores y utilicen efectores cinéticos de neutralización; la creación de planes de gestión de respuesta a incidentes con drones que formalicen procesos y actividades que se llevarían a cabo si ocurriese una amenaza; la realización de ejercicios y simulacros regulares de entrenamiento en eventos con drones, que sirvan para capacitar a las tripulaciones y garantizar que estén preparadas para estas maniobras; la colaboración con agencias de seguridad marítima para facilitar la recopilación de inteligencia y el intercambio de información; y la ejecución de campañas de concienciación y disuasión con drones, que eviten de manera pasiva el desarrollo de actividades ilícitas.

Una vez identificadas las amenazas y establecidos los requisitos operativos de mitigación, las compañías de transporte marítimo también pueden considerar la compra o el arrendamiento de sistemas antidrón o C-UAS de distinto tipo: analizadores pasivos de radiofrecuencia, sensores de radar, sensores ópticos, acústicos, sistemas cinéticos, de interferencia, de suplantación de identidad, drones cazadores o armas de energía, entre otros.

Consecuencias de las acciones de mitigación

El Gobierno del Reino Unido recuerda en el documento que “mitigar una amenaza dron potencial puede tener varias consecuencias, algunas de ellas involuntarias”. Debido a ello, las organizaciones marítimas “deben identificar y evaluar las posibles repercusiones del despliegue de soluciones de para contrarrestar ataques durante su planificación de respuesta, con el fin de determinar escenarios específicos en el que el uso del mecanismo sea, en general, beneficioso, válido y proporcionado”.



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