Si hasta hace un tiempo las superficies no asfaltadas parecían un terreno no apto para el despegue y aterrizaje de drones, General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI) parece estar demostrando todo lo contrario. El UAS Mojave STOL de la compañía estadounidense acaba de sortear con éxito múltiples pruebas en una franja de tierra cerca de El Mirage, California.
El presidente de GA-ASI, David R. Alexander, comentó que "poder ejecutar misiones en lugares austeros con independencia de la pista abre el marco operativo para los comandantes en todos los servicios y ubicaciones geográficas. Mojave puede hacer esto mientras conserva ventajas significativas en resistencia y persistencia sobre despegue y aterrizaje vertical y aeronaves tripuladas".
Durante los ejercicios, el sistema necesitó solamente de 586 pies (178,6 metros) de pista para su despegue e incluso menos para su aterrizaje: apenas 336 pies (102,1 metros). De acuerdo a sus desarrolladores, el Mojave se adhiere a los principios el Enfoque de Sistema Modular Abierto (Modular Open System Approach, MOSA) y aprovecha la aviónica moderna, los enlaces de datos, la integración de sensores y la estación de control terrestre de la computadora portátil del programa Gray Eagle 25M de GA-ASI.
Estas características, junto a sus alas ampliadas con dispositivos de gran sustentación, un motor de turbina de 450 caballos de fuerza (HP) probado en combate y un tren de aterrizaje resistente, lo hacen ideal para superficies semimejoradas con una pequeña huella de apoyo en el suelo. Mojave se convierte en una opción para operaciones avanzadas sin la necesidad de gran infraestructura o las típicas pistas de aeropuerto. Además, puede caber en un C-130 y ensamblarse y emplearse rápidamente. Estas innovaciones lo hacen el "UAS perfecto" para misiones de reconocimiento, vigilancia y adquisición de objetivos (RSTA), ataques y apoyo logístico disputado.