Irán equipa su dron Shahed-129 con un rádar de apertura sintética

El dron iraní Shahed-129 operado por el cuerpo de la Guardia de la Revolución Islámica de Irán (IRGC) ha sido equipado con un sensor nunca antes visto, lo que hace especular que se trata de un radar de apertura sintética (SAR) que podría mejorar significativamente el conocimiento de la situación de la fuerza.

En unas fotografías publicadas por la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA) el 11 de marzo, en las que aparecían estudiantes visitando varias instalaciones del CGRI, incluida una base aérea que podría identificarse como la de la isla de Qeshm, se veía al vehículo aéreo no tripulado con una nueva cúpula montada en la mitad de la parte inferior de su fuselaje.

Si bien la cúpula podía albergar antenas electrónicas/de inteligencia de señales, su tamaño era más o menos el adecuado para alojar la antena del SAR expuesta junto a un Shahed-129 en el museo de la Fuerza Aeroespacial del CGRI en Teherán desde su inauguración en 2019.

Este parecía diferente del exhibido como en el espectáculo aéreo de Kish en noviembre de 2016, en el que había un cardán como sistema electroóptico. Mientras que los observadores iraníes presumían que se trataba de un desarrollo autóctono, el radar parecía muy usado, lo que sugiere que puede haber sido recuperado de un avión extranjero que se estrelló.

El Shahed-129 que fue visto volando desde la isla de Qeshm también estaba equipado con un sistema electroóptico bajo el morro, pero no con puntos duros para llevar armas. Estos vehículos no tripulados tienen un fuselaje de ocho metros y una envergadura de alas de 16. Su carga de combate es de hasta 400 kilos y pueden alcanzar una velocidad de hasta 150 kilómetros por hora. Su autonomía de 24 horas, lo que se traduce en un recorrido de 1.700 kilómetros.