El IPE utiliza drones para identificar refugios microclimáticos en Ordesa
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El IPE utiliza drones para identificar refugios microclimáticos en Ordesa

Los trabajos consisten en identificar áreas y características ambientales que reduzcan la exposición de los seres vivos a los efectos del calentamiento global
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Dron Parrot en Ordesa. Foto: CSIC
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Redactor

El Instituto Pirenaico de Ecología (IPE), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación está utilizando drones de la empresa Parrot para una labor muy especial y poco común: identificar refugios microclimáticos en zonas montañosas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido con el objetivo de conservar la biodiversidad. De esta forma los UAV siguen consolidándose como herramienta para luchar contra el cambio climático.

El IPE pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto está trabajando en colaboración con el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza. Los trabajos consisten en identificar áreas y características ambientales que reduzcan la exposición de los seres vivos a los efectos del calentamiento global. Gracias a los drones esta labor se puede llevar a cabo a una escala centimétrica.

La Delegación en Aragón del CSIC explica que estos emplazamientos se suelen situar en laderas norte bajo acantilados rocosos y zonas boscosas. Allí hay una gran variedad de seres vivos y microorganismo que están menos expuestos a los efectos del calentamiento global y que, por tanto, tienen mayores probabilidades de supervivencia.

La idea es que el proyecto se extienda a otros parques nacionales españoles. La investigación se ha publicado en la revista especializada Remote Sensing of Environment y en el texto la científica Begoña García (especializada en la dinámica a largo plazo de especies de flora y hábitats) ha explicado que para el proyecto se determinaron las áreas térmicamente más estables con los datos proporcionados por un dron equipado con cámara térmica. “Este UAV es capaz de registrar en las bandas espectrales visible e infrarroja térmica de la superficie terrestre a muy alta resolución espacial, apenas unos centímetros”, escribe.

Zonas térmicas

El vehículo no tripulado ha generado paisajes térmicos en seis zonas topográficamente complejas del parque nacional. Además, las temperaturas registradas por el dron se han validado con una red de termómetros miniaturizados en campo y han servido para calcular el rango térmico diario, mensual y anual, lo que ha permitido identificar los lugares más estables desde el punto de vista térmico, es decir, los refugios microclimáticos.

El estudio demuestra que los valores de temperaturas en superficie que ofrecen los satélites “son demasiado groseros por abarcar una gran superficie y no reflejan la heterogeneidad térmica existente en zonas de montaña, clave para la detección de refugios”, ha comentado la investigadora del CSIC.

Para revelar qué variables de vegetación y topográficas ayudan a generar estas áreas estables, los investigadores han aplicado modelos de regresión de árboles de decisión potenciados a siete variables ambientales. “La orientación norte fue la variable que más favoreció la estabilidad térmica, seguida de la pendiente y la densidad forestal, de modo que los refugios microclimáticos suelen localizarse en laderas norte, pequeños emplazamientos bajo acantilados rocosos y zonas boscosas”, ha expuesto García como conclusión del estudio.



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