El uso de drones en la agricultura de precisión
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El uso de drones en la agricultura de precisión

Jaime pereira
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CEO de Aerocámaras

Uno de los campos de actuación donde más ha incrementado el uso de UAS en los últimos años es en la agricultura de precisión. Organismos como la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideran los drones como una herramienta decisiva para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible propuestos en la Agenda 2030. Es por ello que su aplicación en este sector está completamente instaurada. Los drones tienen mucho que aportar y suponen una solución para determinadas situaciones que preocupan al sector agrícola, como la manera de optimizar recursos hídricos y/o de producción.

Casos prácticos

Entre sus aplicaciones, los drones son muy eficaces para detectar de forma rápida y precisa amenazas para los cultivos, la prevención de plagas y para trabajos de teledetección de todo tipo de explotaciones agrícolas. Los UAS fumigadores están siendo utilizados en cultivos de todo el mundo.  Las ventajas de utilizar drones en este tipo de tareas frente a los métodos tradicionales son variadas. Las aeronaves alcanzan un nivel de precisión muy alto y una velocidad superior, pudiendo llevar a cabo recorridos de manera automatizada. Por ello este método de fumigación resulta más económico y minimiza los tiempos y riesgos para la salud de los trabajadores y medio ambiente.

Equipados con sensores especiales y apoyados por inteligencia artificial, los drones también son capaces de monitorear cultivos, identificando plagas y realizando un seguimiento exhaustivo del crecimiento de las plantaciones. Esta es una de las aplicaciones con mayor éxito, ya que el grado de detalle y fiabilidad de los datos obtenidos mediante este método es inigualable. Actualmente también se está implementado esta técnica para monitorear cultivos en plantaciones de árboles frutales o campos de cebada, entre otros.

Otra de las aplicaciones más apreciadas de los drones en la agricultura de precisión es su capacidad para vigilar las plantaciones. Los UAS son capaces de identificar de manera temprana amenazas y deficiencias y con un grado de precisión milimétrico. Por ejemplo, en la gestión eficaz del agua, clave para las cosechas. Su gestión inteligente es uno de los pilares de la agricultura de precisión y contribuye a una producción sostenible. Mediante el mapeo 3D del terreno junto con un análisis de las condiciones del suelo y de los cultivos, los pilotos de drones identifican rápidamente las áreas que necesitan más o menos agua y/o fertilizantes. Este análisis también permite planificar qué cultivos plantar, cómo, dónde y cuándo. De este modo se maximiza la productividad y se puede realizar una predicción precisa del crecimiento y evolución de las cosechas.

En este caso es importante que los equipos cuenten con sensores RGB de alta resolución, térmicos y multiespectrales. También es clave contar con una aeronave con autonomía, por ejemplo con el dron híbrido AeroHyb de Aerocamaras, que permite hasta siete horas continuas de vuelo.

Formación para sacar el máximo rendimiento a los UAV

Son muchos los drones que se pueden utilizar para este tipo de tareas actualmente, pero todos tienen algo en común:  la posibilidad de adaptación de carga de pago entre los diferentes dispositivos y sus ópticas según su finalidad. Aunque a priori el coste inicial de este tipo de aplicaciones puedan resultar un tanto elevadas para el pequeño productor, lo cierto es que el ahorro en la reducción de tiempos y gastos de mantenimiento de maquinaria agrícola es apreciable a medio plazo. De hecho, parte del éxito de esta tecnología es precisamente esta adaptabilidad. Ya que una misma aeronave puede utilizarse para distintos usos tan solo cambiándole el equipamiento  -cámaras o sensores RGB de alta resolución, multiespectral, LiDAR, hiperespectral, térmica, térmica-radiométrica, etc.

 Como todas las profesiones, aplicar esta tecnología para trabajos de agricultura de precisión supone contar con una serie de conocimientos y habilidades para conseguir resultados exitosos. Es por ello que cada vez más agricultores e ingenieros agrícolas están apostando por formaciones especializadas para aplicar esta tecnología a su actividad y sacarle el máximo rendimiento. Además, el vincular las nuevas tecnologías al sector primario está siendo una manera de atraer la atención de las nuevas generaciones.

La implementación de UAV ayuda a que los jóvenes se acerquen a estas profesiones más tradicionales. Muchas personas no tienen interés en fumigar un campo a mano, pero sí podrían estar interesados en pilotar un dron para fumigar. Esto supone un doble beneficio, a la mano de obra cada vez más reducida dentro de la agricultura y despertar el interés de las nuevas generaciones por dedicarse a este sector como salida profesional.



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