La notable amenaza que suponen los drones en el campo de batalla actual, como se está demostrando en Ucrania, ha llevado a la compañía de este país Brave1 a desarrollar una munición específica contra ellos de un calibre común. De este modo que puede emplearse desde los fusiles de asalto convencionales que los soldados manejan en el frente. “El objetivo es que todos los soldados de infantería porten estos cartuchos con certificación OTAN, lo que les permitirá reaccionar rápidamente ante amenazas aéreas”, explica la empresa en su cuenta oficial de la red social X.
Se trata de la primera munición antidrones desarrollada en Ucrania para fusiles de asalto estándar. Son balas de 5,45x39 mm con apariencia normal que, sin embargo, se fragmentan al ser disparadas, de modo que incrementa las posibilidades de abatir su objetivo y sin tener que emplear armas modificadas.
Para presentar este desarrollo, la empresa ha publicado un video en el que muestra el uso del arma contra drones FPV en vuelo. El objetivo, señalado por la empresa, es llegar a equipar a cada soldado de infantería con al menos un cargador de la nueva munición antidrones, de modo que se pueda hacer frente a unas aeronaves que, por su baja altitud de vuelo y su maniobrabilidad resulta “extremadamente difícil de interceptar con medios convencionales”, como recoge la cabecera gubernamental ucraniano United24 Media.
Equipar a todos los soldados
El portal oficial recuerda que la respuesta de Ucrania frente a los drones ha consistido en combinar sistemas de defensa por capas: “guerra electrónica, rifles de interferencia de drones, trampas de red y, ahora, munición especializada”. Con cada uno de estos recursos se cubre un espacio diferente en la “red antidrones’ protectora que se está construyendo en todo el frente”.
La ventaja del nuevo recurso, señala la fuente, es que, a diferencia de los inhibidores y de los sistemas interceptores avanzados, la munición de Brave1 puede equipar a todos los soldados y emplearse rápidamente frente a una amenaza.