Escribano pone a prueba su torre Guardian 2.0 como sistema antidrón en Huelva

El Centro de Experimentación de El Arenosillo (Cedea) en Huelva ha acogido una serie de pruebas de la torre Guardian 2.0 en la configuración para abatir drones. La empresa española Escribano Mechanical & Engineering, fabricante de la estación de armas, ha dotado a la torre para este ejercicio con un lanzagranadas automático Mk19 de 40 mm y ha disparado munición de 40x53 mm Hedp-Rf de Nammo Palencia. 

Desde la compañía explican que la Guardian 2.0 ha demostrado "la efectividad como sistema hardkill" para neutralizar amenazas. Esta torre es un sistema de armas controlado remotamente que puede ser operado de día y de noche e instalado en diferentes plataformas y/o vehículos. 

La estación, destaca Escribano, combina un sistema avanzado de control de disparo con una operación sencilla que proporciona una precisión de disparo a largo alcance y una mínima exposición de la tripulación del vehículo.

Las prueba tenía como objetivo programar la detonación de la munición en el punto correcto para poder abatir un dron. Durante el ejercicio, la Guardian 2.0 instaladas sobre un vehículo 4x4 consiguió abatir los drones en disparos individuales y de ráfaga con un margen de error inferior al 10%, el indicado por Nammo para este tipo de munición. 

"Estos resultados son muy prometedores y destacan el grado de eficacia de la plataforma respecto al resto de soluciones existentes en la actualidad", apunta Escribano.

Antidrón Cervus

La Guardian 2.0 junto con el sistema electroóptico Oteos, también de Escribano, forman parte del sistema antidrón Cervusdesarrollado por la empresa TRC para el Regimiento de Guerra Electrónica nº31 del Ejército de Tierra. Esta unidad acaba de recibir la última versión de la solución Made in Spain. 

Este sistema antidrón incorpora inteligencia y visión artificial para detectar e identificar de forma automática posibles amenazas, gracias a los dispositivos de captación de radiofrecuencia desarrollados por TRC, así como proceder a su inhibición. La capacidad de integración de las diferentes sensores y tecnologías bajo un mismo sistema de mando y control de fácil manejo y despliegue, cubre las necesidades de protección del espacio aéreo en zonas civiles o militares para su aplicación a nivel nacional e internacional.