F. Linares SQA Drones "Nuestro dron cautivo es tres veces seguro" 1
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F. Linares SQA Drones "Nuestro dron cautivo es tres veces seguro" 1

Fernando Linares SQA drones  T M T
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La compañía vasca SQA Drones, con sede en San Sebastian y asociada con EGM Dron Consulting, ha diseñado un sistema de dron cautivo especialmente útil para misiones de seguridad. En conversación con Infodron.es, el director de la empresa, Fernando Linares, destacó que se trata de un sistema "tres veces seguro" por el cable que lo conecta a la estación de tierra, la comunicación blindada que permite esa conexión y la batería auxiliar que incorpora.

SQA se dedica a la integración de software en aeronaves de distinto tipo. En el caso del proyecto de dron cautivo, Linares explicó que están trabajando con plataformas multirrotor de unos siete kilos de peso máximo al despegue (MTOW). Ya han conseguido elevarlas a 100 metros de altura, y actualmente trabajan en adaptar el sistema al tamaño de aeronave más pequeño posible.

¿Cómo nace la idea de trabajar en un dron cautivo?

Siempre habíamos pensado que un dron que está atado a tierra es más seguro, atendiendo a la visión aeronáutica de que no pueda chocar con un avión de pasajeros en el aire. Pensamos en cómo podíamos atarlo aprovechando además la conexión para darle la energía. Estuvimos viendo proyectos de todo el mundo, y el que más nos gustó fue el francés. Quisimos desarrollar la tecnología propia en España, y presentamos un proyecto al programa Neotec del Centro para Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Nos lo concedieron pero nuestro socio tecnológico tuvo un cambio de criterio en un último momento y tuvimos que renunciar a realizar el proyecto.

Pero continuaron con su desarrollo…

Sí, hemos seguido investigando y somos expertos en tecnología cautiva, tanto en conocimiento como en aplicaciones. En este momento tenemos el primer dron cautivo ‘trirredundante’, por decirlo así, de España. Es decir, es tres veces seguro porque con el cable limitamos el radio de acción de posibles daños, hacemos que el cable sirva para meterle energía -lo que es un gran reto tecnológico porque el cable pesa y no todos los drones son capaces de cargarlo- y transmitirle la señal de control, con lo cual te aseguras de que no vas a tener interferencias electromagnéticas, evitas que te hagan un hackeo o una interferencia fortuita. La información recogida por el dron baja directamente al punto de tierra, no la emites vía radio. Así la privacidad de la información se garantiza. Aunque las conexiones inalámbricas se puede encriptar, también se pueden descodificar, en este caso lo estás blindando punto a punto. Eso gusta mucho a las agencias de seguridad.

Y la tercera medida de seguridad…

Es una batería auxiliar que, en el caso de corte de corriente del cable, permite que la aeronave haga un descenso controlado. Aún podemos añadirle un sistema de disparo de paracaídas por si fallan las medidas anteriores.

Con este sistema ¿se consigue también una autonomía ilimitada?

Se consigue que la autonomía pueda ser en teoría ilimitada, pero lo cierto es que necesita unos tiempos de descanso. A nivel de funcionamiento de motores, rodamientos, calentamiento, siempre hay que dejarle unos tiempos de descanso. Un coche también puede estar trabajando durante 24 horas seguidas, pero te aconsejan que lo dejes descansar, esto es igual. Por poder se puede, pero el coche no lo forzarías, pues lo mismo. Los transformadores necesitan un descanso.

¿En qué punto de desarrollo está?

Nuestra solución se puede elevar a 100 metros de altura. Lo que queremos desarrollar ahora es, sobre todo, adaptarlo al tamaño más pequeño posible, lo cual supondrá seguramente menos altura, porque no tendrá capacidad de levantar tanto cable. Lo que hacemos es cambiar la batería por un sistema de transformadores, y eso conlleva un peso. El transformador más el cable tiene que equivaler o ser inferior al peso de la batería. Otro aspecto es qué potencia puede transmitir el cable, con qué sección, con qué voltaje se trabaja, etc. Y otra cosa que queremos hacer es mejorar la resistencia al viento, aunque resiste 40 o incluso 50 kilómetros por hora, nos han consultado por ejemplo para trabajos de vigilancia en el estrecho, y allí el viento se pone en 70 kilómetros por hora.

Foto: El director de SQA Drones, Fernando Linares. T.M.T.



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