GMV pone en marcha el proyecto Convoy del Fondo Europeo de Defensa para la detección de explosivos improvisados
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GMV pone en marcha el proyecto Convoy del Fondo Europeo de Defensa para la detección de explosivos improvisados

La iniciativa se centra en localizar artefactos IED mediante sensores montados en drones y vehículos terrestres no tripulados, aplicando IA y tecnologías en la nube
GMV Convoy
Diagrama de funcionamiento del proyecto Convoy. Firma: GMV
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La multinacional tecnológica española GMV ha puesto en marcha Convoy (Cloud Intelligent Explosive Detection System), una iniciativa financiada por la Unión Europea (UE) con un presupuesto aproximado de 4.98 millones de euros, que forma parte de los proyectos seleccionados por el Fondo Europeo de Defensa en el marco de la convocatoria 2022 del programa European Defende Fund, dentro del primer reto tecnológico lanzado por la Comisión Europea en el ámbito de la detección de IED (artefactos explosivos improvisados).

El objetivo central del proyecto es explorar el potencial de la inteligencia artificial para detectar, reconocer y evitar o neutralizar peligros ocultos. La infraestructura en la nube servirá como base para el aprendizaje de sensores, permitiendo una adaptación continua y eficiente frente a la cambiante amenaza que supone el ataque con dispositivos explosivos.

Proyecto de interés europeo e industrial

En el actual contexto de la defensa en Europa, las fuerzas terrestres necesitan soluciones frente a posibles amenazas técnicamente avanzadas, como los IED o minas terrestres, que son una de las principales causas de bajas. Los escenarios que afrontan las fuerzas armadas, como la limpieza de rutas, representan un reto y la tecnología existente no brinda una solución que proporcione la confianza de detección necesaria. Dada la importancia de la lucha contra los artefactos explosivos y debido al contexto geopolítico actual, se espera que Convoy tenga una gran repercusión.

El proyecto cuenta, además, con la participación de otras nueve compañías y entidades de cinco países europeos: Aalborg Universitet, de Dinamarca; Airbus Defence and Space, Eviden y Fraunhofer-Gessellschaft zur Förderung der Angewandten Forschung, de Alemania; Applied Intelligence Analytics, de Irlanda; Aurea Avionics, de España; Ecole Royale Militaire y XeonmatiX, de Bélgica; y Numalis, de Francia. Esta colaboración estratégica reúne la experiencia y el conocimiento especializado en distintas áreas, potenciando la capacidad del proyecto para abordar los desafíos asociados a la detección de amenazas.

Según GMV, la reunión de lanzamiento celebrada entre los miembros del consorcio y la CE “marca el inicio de la colaboración para desarrollar un sistema que combinará diferentes tecnologías de vanguardia y fortalecerá la capacidad de detección y repuesta mediante el despliegue de robots inteligentes, drones y otras tecnologías, a través de innovadoras aplicaciones de IA y sistemas en la nube”.

Enfoque multisensor y multiplataforma

Convoy participará en cuatro campañas de evaluación, diseñadas en un entorno operativo, que permitirán la puesta a prueba del sistema e impulsarán la evolución de todas las partes implicadas. El proyecto tiene un enfoque multisensor y multiplataforma, por lo que combinará un total de ocho tecnologías diferentes, entre las que destacan un detector de metales, sensores de autonomía, módulos LiDar e imanes cuánticos. Estos sensores se desplegarán en una red conformada por diversas plataformas en el campo de batalla, incluidos dos sistemas aéreos no tripulados, un UGV (Unmanned Ground Vehicle) de tamaño mediano y cinco pequeños, además de un vehículo terrestre tripulado.

Asimismo, integrará toda la información recopilada por esta red empleando IA para llevar a cabo la fusión de la información. Esta inteligencia artificial también se utilizará para la planificación de misiones y la asignación de tareas a las plataformas. En cuanto a la nube cuántica, se pondrá en marcha el sistema Convoy Tactical Cloud, que facilitará la integración de los diferentes subsistemas y elementos y proporcionará un espacio de servicios distribuidos entre plataformas federadas.

Finalmente, la arquitectura abierta y la adhesión a estándares propuesta como principio de diseño garantizará la interoperabilidad, asegurando la modularidad de los componentes y el soporte a la escalabilidad de la solución global.



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