¿Se puede ganar dinero con los Drones en 2024?
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¿Se puede ganar dinero con los Drones en 2024?

Ampell se puede ganar dinero
Créditos: Ampell Consultores
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CEO de Ampell Consultores

Ante el crecimiento exponencial de operadores de drones en España, superando los 90,000, surge la interrogante de si invertir en drones es rentable y cuál es el costo de llevar a cabo operaciones con estas aeronaves no tripuladas.

Mercado: Oferta y demanda

En el surgimiento de una nueva industria, como la de operadores de drones, surgen preguntas cruciales: ¿es rentable?, ¿se puede vivir de ello?, y ¿cuál es el precio que el mercado está dispuesto a pagar por este servicio? Analicemos el mercado desde la perspectiva de la oferta y la demanda.

El precio estará influenciado por los costos asociados al servicio y el margen esperado. Cuando la mano de obra representa un porcentaje significativo de los servicios prestados, los costos laborales se convierten en un factor crucial que puede generar variabilidad en los precios.

Oferta y Demanda en el mercado de drones

La curva de oferta y demanda establece un equilibrio cuando ambos factores se igualan. Sin embargo, en los inicios de un sector, existe un desequilibrio notorio que fluctúa rápidamente, afectando los precios. Con las operaciones de drones, aún no ha transcurrido suficiente tiempo para alcanzar un equilibrio, generando incertidumbre en cuanto a los precios de mercado.

Si nos centramos en la demanda, aunque en este momento es pequeña respecto a la esperada, podemos dividir la demanda en dos tipos claramente diferenciados:

- Demanda tipo 1:  Empresas que desean integrar los drones en su proceso productivo, como las compañías de distribución eléctrica, las empresas de mantenimiento e inspección, televisiones, etc. pero que no lo van a hacer en la mayoría de los casos con medios propios. Estás empresas, normalmente han analizado previamente el uso de drones en su proceso productivo por medios propios o en colaboración con alguna empresa operadores de drones, por lo que, han diseñado ellos mismos el servicio que requieren, son conocedores de los drones y, en consecuencia, fijan los criterios de prestación del servicio. Igualmente, su conocimiento le permite valorar dos aspectos importantes del operador: su calidad y sus posibles costes.  Este tipo de empresas, una vez que incluyen los drones en su proceso productivo, lo van a mantener y por lo tanto generaran una demanda continua y creciente hasta que se alcance un punto de estabilidad, pero que podemos prever que no va a ser a corto plazo.

- Demanda tipo 2:  Empresas o particulares que quieren contratar algún tipo de operación con drones, pero no como parte de un proceso productivo, como grabar un vídeo de la fábrica para un vídeo promocional, inspeccionar una fachada para buscar grietas o un Ayuntamiento que quiere grabar la procesión de su pueblo, y, por lo tanto, no generan una demanda continua de servicios, ni servicios altamente especializados.  En general, este tipo de demanda no tiene conocimiento de los drones por lo que la oferta la van a valorar, en la mayoría de los casos, en base al precio que pueden pagar y no al valor y coste del servicio, en muchos casos, siguen viendo los drones como un juguete y su precio es el tiempo de vuelo.

Dos tipos ofertas

La oferta especializada que cubrirá la demanda tipo 1, que generalmente realizará operaciones con drones de más alto coste y prestaciones dentro de un sector específico, como el eléctrico, la topografía o la construcción, requerirán de empresas con capacidad económica para invertir en drones y tecnología, con una distribución geográfica amplia, por ello, la constituirán las empresas de mayor tamaño del sector, que en muchos casos vienen trabajando en otras actividades con empresas del sector a la que quieren dar servicio con drones.

La oferta que cubrirá la demanda tipo 2 estará conformada por operadores de menor tamaño, incluso unipersonales y ámbito geográfico más limitado, que captarán en muchos casos clientes por precio, de ahí la importancia de este factor en la demanda a la que se dirigen.  

Posiblemente aparecerán dos tipos de operadores, las empresas y autónomos cuya actividad son los drones y, por otra parte, pilotos que, de forma esporádica, ofrecen sus servicios como un complemento a otro trabajo volando drones, o simplemente porque que disfrutan haciéndolo. Esto va a generar una fuerte distorsión de los precios ya que los pilotos esporádicos van a definir sus tarifas no en base a los costes, sino con un ingreso más o menos razonable que no se valora en base a una rentabilidad y que van a ser una competencia fuerte para los operadores dedicadas exclusivamente a los drones.

Profesionalización y desafíos

Analizando la oferta y la demanda, surge la pregunta de si el número de pilotos actual es suficiente para satisfacer las necesidades del sector. Aunque hay más de 94.000 personas con el título de piloto de drones en España, la calidad y la preparación de estos profesionales es incierta.

La falta de referencias y la competencia desmedida en precios pueden generar distorsiones. La necesidad de profesionalización se vuelve crucial, especialmente en la formación de pilotos capaces de manejar equipos especializados.

Según datos de la Unión Europea, para el 2030 se prevé que el sector de los drones en España haya generado 11.000 puestos de trabajo. Pero si tenemos en cuenta que no todos estos puestos son de pilotos (hay trabajadores en áreas como fabricación, asesoría, personal auxiliar, etc.), está claro que hay un número de pilotos de drones más que suficiente para cubrir las necesidades del sector, pero la pregunta que debemos hacernos es si el sector, aunque tenga más de 94.000 personas con título de piloto de drones, ¿cuántos de ellos realmente tienen las capacidades necesarias para un desarrollo profesional?

Grabar y hacer llamativos vídeos para Instagram del castillo de nuestro pueblo o la boda de un amigo, no quiere decir que estemos capacitados para manejar un dron con LiDAR y cámara térmica para inspecciones de líneas eléctricas. 

En estas situaciones, ni la oferta ni la demanda son capaces de definir un punto de equilibrio, ni la oferta sabe qué precio poner ni la demanda sabe qué precio pagar. Ninguno de los dos tiene referencias. Situación que genera un margen de precios muy alto que, dado que algunos operadores pretenden captar rápidamente mercado bajando precios, estos tienen una continua tendencia a la baja que podría expulsar a muchos operadores del mercado. 

Tendremos que esperar un tiempo para que el mercado empiece a valorar la calidad y la profesionalidad más que el precio. Y no podrá alcanzarse el equilibrio entre la oferta y la demanda hasta que la demanda no entienda que no solo está contratando el tiempo de vuelo, que detrás de cada operación hay un trabajo de diseño de la operación, solicitud de premisos y autorizaciones, amortización del material, etc. y no simplemente un piloto con un mando y volando un juguete.

Esto también implica la necesidad de profesionalización del sector y en particular la de los pilotos. Un sector que va a requerir profesionales con preparación y experiencia, esta última actualmente difícil de disponer dada la reciente creación del sector. 

En resumen, el mercado de drones está en evolución, y su equilibrio entre oferta y demanda dependerá de la percepción de calidad frente al precio por parte de los consumidores, así como de la profesionalización del sector y de los operadores. La estabilidad y la valoración justa de los servicios de drones pueden llevar algún tiempo antes de alcanzar su plenitud.

Es tiempo de invertir y tiempo de posicionarse en el mercado.



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