La industria de los sistemas no tripulados cierra 2023 con sólidos resultados e importantes avances tecnológicos

Para la industria de los sistemas no tripulados, 2023 ha sido un año marcado por el desarrollo de importantes avances tecnológicos, por las grandes inversiones de capital de empresas y gobiernos de todo el mundo y por la conceptualización y ejecución de nuevos y ambiciosos proyectos de innovación a nivel global. Todos estos elementos han respaldado el crecimiento de los mercados y han diversificado las aplicaciones de los drones como herramienta en distintos sectores, trascendiendo las fronteras de aquellas áreas donde ya se utilizaban y estableciéndose con seguridad en nuevos campos.

Los esfuerzos realizados en materia de diseño de productos, certificación, regulación, venta e implementación, entre otras cuestiones, han servido para seguir asentando las bases del futuro de la industria y posibilitarán nuevos progresos en 2024 y los años venideros. Además, son fundamentales de cara a la superación de los desafíos pendientes y para asegurar un horizonte prometedor en los desarrollos que aún están por llegar.

Inversiones en tecnología no tripulada

Disponer de sistemas no tripulados aéreos, terrestres o navales se ha convertido en un requisito prácticamente obligatorio en muchos sectores, sobre todo en el de Defensa y Seguridad, teniendo en cuenta las necesidades detectadas en los conflictos contemporáneos. Por ello, los Gobiernos y las Fuerzas Armadas de las principales potencias internacionales han destinado grandes cantidades de dinero a la adquisición de vehículos autónomos y sistemas antidrón, así como a la formación de sus tropas en la comprensión de las capacidades de estos equipos y en su manejo.

Sin ir más lejos, durante este año el Gobierno de España ha aprobado en el Consejo de Ministros importantes partidas presupuestarias para la compra de sistemas y la mejora de sus capacidades no tripuladas. En julio realizó una inversión por un valor estimado de 595 millones de euros para dotar al Ejército de Tierra y al Ejército del Aire y del Espacio con 27 unidades del Sistema Remotamente Tripulado de Altas Prestaciones, más conocido como Sirtap. En octubre se adquirió un segundo sistema C-UAS Crow de Indra por un valor de 1.5 millones de euros, seguido de otro importante desembolso en noviembre, de casi 14 millones de euros, con el fin de armar los cuatro drones Predator B de los que dispone el país. 

España no ha sido el único país que ha tomado la decisión de aumentar su flota de drones y potenciar sus características defensivas y ofensivas. Entre las naciones que más dinero han puesto en juego en este ámbito destacan también Estados Unidos, que ha armado al Cuerpo de Marines (USMC), la Fuerza Aérea (USAF) y la Armada (USN) con nuevas aeronaves tácticas y sistemas de neutralización; Turquía, que ha desarrollado su propio buque porta drones y drones de ataque de última generación; o Israel, país pionero en la implementación de tecnologías avanzadas de defensa en sus plataformas aéreas.  

Cabe destacar también que, durante este año, varios Gobiernos y empresas, tanto públicas como privadas, han invertido grandes sumas en el desarrollo y fabricación de sistemas no tripulados militares y otros equipos derivados, para proporcionar ayuda al pueblo ucraniano en la defensa contra la invasión rusa.   

Proyectos de UAS pioneros

Durante estos últimos doce meses, la industria se ha podido beneficiar de importantes proyectos relativos al uso de sistemas no tripulados, conceptualizados y ejecutados por grandes empresas, organismos públicos y agencias del sector aeronáutico y aeroespacial. Además de posibilitar nuevos desarrollos tecnológicos, estas iniciativas son de vital importancia, dada su capacidad de atraer inversiones y talento; de generar empleo y conocimiento; de promocionar el uso y ventajas que ofrecen los drones; y de impulsar su aceptación a nivel social. 

Son muchos los proyectos de este tipo que están activos en la actualidad pero, sin duda, los que más trascendencia han tenido este año son los que se han desarrollado en Europa. Aquí destaca, sobre todo, U-Elcome, cuyo objetivo es ayudar a la implementación del concepto U-Space a través de una serie de pruebas en diversos entornos operativos, distribuidos en 15 ubicaciones. A pesar de que esta iniciativa, coordinada por el Centro de Innovación de Eurocontrol, se lanzó en noviembre de 2022, la mayoría de las demostraciones con los proveedores de servicio y socios participantes se han llevado a cabo en 2023.

La Unión Europea ha sido consciente del potencial que tienen los UAS para lograr una economía verde y digital por lo que, teniendo en cuenta estos hechos, ha abordado la seguridad, la protección, la privacidad y las preocupaciones medioambientales, al mismo tiempo que se ha centrado en crear un entorno económico sostenible para el crecimiento de su industria de drones. Este objetivo se logrará, principalmente, implementando soluciones inteligentes de gestión de tráfico, que serán clave para permitir a las operaciones con drones alcanzar el nivel de integración requerido con la aviación convencional y los servicios ATM existentes. 

Acercando el futuro al presente

Los avances que más llaman la atención en la industria suelen ser aquellos efectuados en el ámbito militar, debido a que estos sistemas son los más disruptivos en cuanto a la integración de tecnologías de vanguardia. No obstante, en el ámbito civil, la movilidad aérea avanzada (AAM) ha sido otro de los sectores que más transformaciones ha experimentado durante el 2023, fundamentalmente en cuestiones relacionadas con la regulación, la aparición de nuevas plataformas y la consecución de hitos clave para el desarrollo general de la industria a gran escala, que facilitarán el lanzamiento en un futuro de las operaciones comerciales regulares.

La proliferación de nuevas empresas y la aparición de divisiones especializadas de compañías aeronáuticas de renombre ha dado lugar a una mayor oferta de aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), diseñadas para aplicaciones de movilidad aérea urbana (UAM), es decir, para el transporte y la entrega de mercancías. Grupos como Moya Aero, Eve Air Mobility o Lillium, entre otros, han conducido diversas pruebas de funcionamiento para validar las capacidades de sus vehículos aéreos y acelerar su entrada en servicio y la entrega a los clientes de las unidades reservadas. Otras firmas, como Piasecki, AIR Hub o HevenDrones, han experimentado con tecnologías de propulsión alternativas como la pila de hidrógeno, dejando ver cuál será la tendencia dentro de unos años y adelantándose a las futuras regulaciones en materia de emisiones. Además, multinacionales como EHang se han centrado en obtener certificados tipo (TC) para la validación de los estándares de aeronavegabilidad de sus sistemas, estableciendo un importante punto de referencia en la industria y en el marco normativo de las entidades de control.

2023 ha sido también el año de la integración, ya que empresas, organizaciones y socios de la industria han completado numerosas campañas en distintos países, destinadas a demostrar que las operaciones no tripuladas son seguras en aquellos espacios aéreos controlados en los que también vuelan aviones tripulados. Estos resultados han sido posibles, por un lado, gracias a proyectos pioneros como los mencionados previamente y, por otro, a raíz de la creación de sistemas de gestión de tráfico (ATM) inteligentes, sistemas de gestión de tráfico unificado (UTM) para aeronaves no tripuladas, sistemas de monitorización de las capas inferiores del espacio aéreo y sistemas avanzados de detección y evitación de a bordo y externos.