El primer dron VTOL de propulsión eléctrica con pila de hidrógeno completa un vuelo de prueba

El Centro de Investigación de Innovación en Aeroestructuras (AIR Hub) de la Universidad Tecnológica de Swinburne ha marcado un hito en la movilidad aérea avanzada de Australia al completar el primer vuelo de un sistema aéreo no tripulado (UAS) con capacidad de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) y propulsión eléctrica con pila de combustible de hidrógeno: el denominado Shade (Small Hydrogen Aircraft Development & Evolution).

El dron ha sido desarrollado a través del proyecto Hydrogen to de Skies (H22S) de AIR Hub, financiado por el programa Emerging Aviation Technology Partnerships del gobierno de Australia, con el objetivo de diseñar e integrar un nuevo sistema de propulsión a gran escala, que ayude a liderar el desarrollo comercial de sistemas aéreos no tripulados que generen cero emisiones.

El éxito en la prueba es el resultado de la colaboración con socios industriales, investigadores y empresas de la industria de la aviación y el hidrógeno, incluido el Victorian Hydrogen Hub (VH2) de Swinburne, y demuestra un salto adelante en la aviación limpia, permitiendo además un mayor alcance en comparación con los UAS alimentados por baterías, al tiempo que reduce el impacto ambiental a través del hidrógeno producido de manera sostenible.

El director de AIR Hub, Adriano Di Pietro, afirmó que "el exitoso vuelo propulsado por hidrógeno del dron Shade representa un hito no sólo en el proyecto H22S, sino también en el desarrollo del sector aeroespacial con emisiones netas cero en Australia".

La investigación también plantea el potencial de convertir los aviones convencionales propulsados por motores de combustión en vuelos libres de emisiones, lo que posicionaría a las empresas aeroespaciales y de aviación australianas como pioneras en el uso de hidrógeno en la aviación y allanaría el camino a una progresiva implementación del uso de este sistema de propulsión no sólo en UAS, sino en vehículos aéreos de pasajeros y carga.

Di Pietro añadió que "el AIR Hub de Swinburne está dedicado a consolidar a Australia como un actor clave en el esfuerzo global hacia la descarbonización de la industria aeronáutica y aeroespacial, y creemos que utilizar energía de hidrógeno es clave para este viaje".

Además, el uso de hidrógeno como combustible permitirá ejecutar vuelos de mayor alcance y llegar hasta áreas remotas. Esto supone que proyectos como H22S tendrán un impacto en el ecosistema de la cadena de suministros de Australia, al posibilitar las entregas de productos, incluidos medicamentos, en los entornos más aislados del país.