Una campaña de pruebas demuestra que la operación de UAS en modo Bvlos es segura en espacios aéreos controlados
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Una campaña de pruebas demuestra que la operación de UAS en modo Bvlos es segura en espacios aéreos controlados

Según los test, las aeronaves no tripuladas pueden volar con seguridad más allá de la línea visual en espacios compartidos con aviones tripulados
Pruebas NZ Wisk
Créditos: Wisk Aero
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Una asociación de empresas líderes del sector de la aviación ha completado en Nueva Zelanda una serie de vuelos de prueba, destinados a evaluar la integración operativa de aeronaves no tripuladas que vuelan más allá de la línea de visión (Bvlos) en espacios aéreos controlados. Los test han demostrado que, actualmente, las operaciones no tripuladas son seguras en un espacio aéreo controlado, en el que también operan aviones tripulados.

A través de este programa, la asociación ha establecido un proceso seguro para que los UAS accedan al espacio aéreo controlado y ha creado una nueva comprensión y capacidad para las operaciones de vuelos autónomos comerciales. Los ejercicios ofrecieron información clave para los reguladores y actores de la industria a nivel mundial, que se utilizará para facilitar más test e informar sobre la formulación de reglas.

Pruebas de integración en espacio controlado

Dirigidas por la empresa de movilidad aérea avanzada (AAM) Wisk Aero, las pruebas contaron con la participación del Gobierno de Nueva Zelanda y de socios de la industria como Insitu Pacific, que actuó como operador aprobado de aeronaves pilotadas a distancia;la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda (CAA), entidad regulatoria y aprobadora; New Zeland Airways, que proporcionó los servicios de navegación aérea con el sistema de gestión de tráfico no tripulado (UTM) Air Share de Airways International; y la empresa aeroespacial Tāwhaki, que facilitó el sitio de pruebas de vuelo.

Los vuelos formaron parte del programa de pruebas de múltiples fases de Wisk, enmarcado en el Programa de Pruebas de Integración del Espacio Aéreo (AITP) del Gobierno de Nueva Zelanda. Esta fase involucró múltiples ejercicios, realizados en noviembre y diciembre de 2023, que demostraron que un sistema remotamente tripulado puede operarse bajo reglas de vuelo por instrumentos (denominado IFR por sus siglas en inglés) en espacio aéreo controlado e integrarse con el tráfico regular tripulado.

Programa para garantizar la seguridad

El programa AITP de cuatro años fue anunciado en 2019 y es el primero en el mundo destinado a garantizar que los sistemas del espacio aéreo mantengan niveles excepcionales de seguridad, al mismo tiempo que equilibran los avances de la aviación, las expectativas sociales y ambientales de la comunidad y la realización de beneficios económicos. Wisk fue el primer socio industrial del programa y ha estado realizando pruebas desde que firmó el acuerdo de entendimiento con el gobierno de Nueva Zelanda en 2020.

La directora de operaciones de la compañía, Catherine MacGowan, declaró que “la finalización exitosa de estas pruebas demuestra que es posible integrar de manera segura aeronaves autónomas en un espacio controlado que se comparte con aeronaves pilotadas”. MacGowan afirmó también que “los procesos, datos y aprendizajes de estos vuelos ayudarán a dar forma al futuro de la movilidad aérea avanzada y a la industria de la aviación en general”.

Por su parte, el director adjunto de seguridad de la aviación de la CAA, David Harrison, recalcó que la entidad “está comprometida con la integración segura de tecnologías emergentes en el sistema de aviación civil de Nueva Zelanda” y explicó que las pruebas son “un paso adelante, prometedor para todo el sector”.



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