El Consejo de Ministros ha aprobado un acuerdo por el que se modifican los límites establecidos en el artículo 47 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria, para adquirir compromisos de gasto a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa la reprogramación de siete Programas Especiales de Modernización de las Fuerzas Armadas.
Uno de los programas incluídos en el documento es el Programa de Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados Tácticos de Altas Prestaciones (Sirtap), cuyo objetivo será la adquisición de nueve sistemas así como el apoyo inicial logístico necesario. El importe de este proyecto asciende a 500 millones de euros y afecta a las anualidades entre 2023 y 2031.
La idea es que el Sirtap sustituya dentro de unos años, probablemente a partir del 2026, al dron Searcher fabricado por Israel Aerospace Industries y en servicio en el Ejército de Tierra, que está ya en el final de su vida operativa. Colombia, por su parte, tendrá que reemplazar dentro de poco también sus drones Hermes 450, fabricados por Elbit Systems.
El compromiso es que España adquiera nueve sistemas y Colombia otros seis. Cada sistema estará compuesto por tres aviones con sus respectivas antenas. El Ministerio de Defensa español recibiría 27 aviones y el colombiano 18. Además de los aparatos, cada sistema incluye dos cámaras, que serán intercambiables, una estación de control en tierra y un equipo de recepción de datos.
Características del sistema
La aeronave tendrá unas dimensiones de 7,3 metros de longitud por 12 metros de envergadura y una altura de 2,2 metros. El núcleo de este sistema estará formado por una cámara electroóptica e infrarroja y un radar para la detección de los objetivos. El dron tendrá la capacidad de operar en condiciones extremas, pues, gracias a un sistema de protección contra el hielo y de amplitud de temperatura elevada, puede funcionar entre -40⁰C y +50⁰.
La primera versión del Sirtap estará destinada a misiones de vigilancia, reconocimiento e inteligencia (ISR). Sin embargo, desde la empresa afirman que en un futuro sería posible integrar armamento para dotar así al dron de capacidad de ataque.
La versión inicial tendrá un peso máximo al despegue de 750 kilos e integrará una torreta electroóptica e infrarrojo (EO/IR) en la parte frontal inferior y también de un Radar de Apertura Sintética (SAR) que le permite sacar esa visión cuando hay, por ejemplo, baja visibilidad por las condiciones climáticas.
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