Sin municiones: Australia prueba un láser capaz de quemar drones con energía dirigida

La compañía australiana EOS Defense Systems está probando una tecnología clave en los sistemas de lucha contra aeronaves no tripuladas, c-UAS en inglés: un arma láser de alta energía capaz de derribar drones "quemándolos". El High energy laser weapon sería parte de los proyectos de Aukus, el pacto del país oceánico con Estados Unidos y Reino Unido.

Los técnicos de la compañía realizaron los ensayos en el Klondyke Range Complex, un campo de tiro remoto en el extremo occidental de Nueva Gales del Sur a 800 kilómetros de Sidney. Hasta allí llegó un corresponsal del medio local ABC Australia, quien detalla que el artefacto concentra grandes cantidades de energía electromagnética en un objetivo remoto, en forma de luz. Alternativamente, también se pueden utilizar microondas y ondas de radio.

EOS desató un sistema láser de alta energía de 34 kilovatios en desarrollo contra pequeños drones cuadricópteros a distancias de 1.000 metros y más. Desde el interior de un contenedor de transporte protector con las contraventanas cerradas, los observadores que llevaban gafas protectoras presenciaron cómo un DJI Mavic era atacado: cuando el láser alcanza el objetivo en movimiento, sus circuitos internos realizan un reinicio en el que el dron pierde altitud y luego se recupera, antes de que los controles de vuelo se fundan y ya no pueda mantener el vuelo: una "muerte aerodinámica" exitosa.

El vicepresidente ejecutivo de EOS, Matt Jones, explica que "los láseres ofrecen muchas ventajas, son muy buenos para alcanzar objetivos de alta velocidad. Si puedes mantener la energía en un láser, puedes seguir atacando al objetivo. Frente a los sistemas de ataque tradicionales, ofrece algunas ventajas significativas".

La sinergia de Aukus

La energía dirigida (DE, Directed Energy) se clasifica como una forma de tecnología de guerra electrónica y es una de las capacidades avanzadas en las que se centra el Pilar 2 de Aukus, el mencionado pacto que busca hacerle frente a China en el Indopacífico. Se espera que esta "nueva" forma de combate se implemente durante los próximos años en campos de batalla de todo el mundo.

A principios de este año, el gobierno del primer ministro australiano, Anthony Albanese, también anunció que la energía dirigida será una prioridad en su nuevo programa Acelerador de Capacidades Estratégicas Avanzadas (ASCA, por sus siglas en inglés) de 3.400 millones de dólares. El Pentágono de Estados Unidos, por su parte, ha gastado otros 1.000 millones en los últimos tres años.