Un dron Tekever AR3 sufre un aterrizaje forzoso en el Canal de la Mancha

Un avión no tripulado Tekever AR3, que realizaba labores de vigilancia aérea para controlar los tráficos ilegales en el Canal de la Mancha, tuvo que realizar la semana pasada un aterrizaje forzoso en el agua. Los daños no han sido graves y el sistema ya ha sido reparado.

Horas después de caer al mar, un pescador encontró el sistema, de 3,5 metros de envergadura, flotando en el agua, lo amarró con cabos a la popa de su barco y lo remolcó hasta el puerto de Dover.

El Ministerio del Interior ha informado de que ya se han corregido los fallos del sistema y ha sido puesto de nuevo en funcionameinto. También ha advertido de que “nuestra capacidad para operar con drones en el Canal de la Mancha no se ha visto afectada”. Desde la empresa se han pronunciado en los mismos términos para afirmar, en palabras del director de operaciones de Tekever, Paul Webb, que “la avería ha sido corregida”.

El dron, propiedad del Ministerio del Interior inglés, tiene un valor de casi 500.000 euros y su función es rastrear el mar en busca de embarcaciones irregulares, principalmente el del tráfico de personas. El AR3 está diseñado para ser lanzado con una catapulta desde barcos y puede permanecer en el aire durante 16 horas, el aterrizaje lo realiza gracias a un sistema de paracaídas.

Además este sistema es resistente al agua y puede permanecer en ella durante varias horas. Una vez recuperado el tiempo de respuesta es muy breve. Durante el procedimiento de aterrizaje en el agua el sistema despliega su paracaídas e infla su airbag, permaneciendo a flote a la espera de su recuperación. Tras una rápida intervención, está listo para volver a volar.