Estados Unidos reconoce por primera vez el posible ataque de un dron a una estación eléctrica

El Joint Intelligence Bulletin (JIB), boletín de inteligencia estadounidense, ha revelado que el año pasado se encontró en una estación eléctrica en Pensilvania un DJI Mavic 2 modificado en lo que parece ser un intento de ataque a la instalación.

El informe, emitido el pasado 28 de octubre, recoge que esta es la primera vez que un incidente de este tipo se evalúa oficialmente como un posible ataque con drones a la infraestructura energética de los Estados Unidos. Un acontecimiento que es muy probable que se haga más común con el paso del tiempo.

Las organizaciones que participaron en la elaboración del boletín fueron el Department of Homeland Security (DHS), Federal Bureau of Investigation (FBI) y el National Counterterrorism Center (NCTC).

Según la información revelada, el ataque se produjo el 16 de julio de 2020. El dron tenía diferentes modificaciones y portaba un cable de cobre, además de tener extraída la cámara y su tarjeta de memoria interna. Con ese cableado, se cree que podrían haber intentado generar algún tipo de cortocircuito en la estación. Otra de las alteraciones es que carecía de identificaciones para dificultar la búqueda del operador del dron y el rastreo de sus orígenes.

El JIB expone que, “hasta la fecha, no se ha identificado ningún operador, por eso estamos evaluando lo sucedido para poner en conocimiento a las autoridades y que se puedan aplicar las leyes pertinentes”.

Este incidente resalta el creciente riesgo que pueden representan los pequeños drones. Su bajo precio, situado entre los 2.000 y los 3.000 dólares, lo convierten en una herramienta de fácil acceso para grupos terroristas y usos fraudulentos.