El dron S-100 de Schiebel, contratado por la EMSA para vigilar las emisiones de buques comerciales

El helicóptero no tripulado S-100, de la compañía austriaca Schiebel, vigila las emisiones de buques comerciales en el Mar del Norte. La empresa firmó un contrato con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) para colaborar con la Policía Federal Alemana y a la Agencia Federal Marítima e Hidrográfica, utilizando y probando su UAV.

Además de llevar a cabo esta operación "día y noche", según la compañía, el dron realizará otras tareas como el control de tráfico de buques, patrullas marítimas en aguas territoriales alemanas o protección del medio ambiente. Además, Schiebel recalca que "cuando sea necesario", el sistema actuará en misiones de búsqueda y salvamento (SAR).

Por lo que respecta a su tarea principal, medir las emisiones de azufre en las rutas marítimas, el UAS se encarga de "comprobar en tiempo real" el cumplimiento de las normas de la UE que regulan el contenido de este elemento de los combustibles marinos, tal y como apuntan desde la empresa. Posteriormente, las mediciones son transmitidas al Centro de Datos de RPAS de la EMSA y a las autoridades.

El Presidente del Grupo Schiebel, Hans Georg Schiebel,  ha afirmado que el papel del S-100 en estas maniobras es fundamental. "Al medir las emisiones de azufre y la recopilación de datos de los buques que no cumplen las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI), desempeñamos un papel esencial para garantizar la sostenibilidad de nuestro ecosistema. Estamos orgullosos de que el S-100 esté demostrando ser un valioso activo en este empeño", aseguró.

¿Cómo es el S-100?

El S-100 es un sistema no tripulado de despegue y aterrizaje vertical (e-VTOL). Schiebel apunta como una ventaja que el helicóptero no necesita un área preparada para el lanzamiento o la recuperación y asegura que está totalmente capacitado para actuar en "condiciones adversas" tanto en tierra como en mar.

El UAV tiene una capacidad de alcance de 200 kilómetros, volando a una altura de hasta 5.500 metros. En cuanto a su tiempo de vuelo, el sistema dispone de una autonomía de diez horas, según la empresa, y puede transportar una carga útil de 34 kilos. El dron funciona con combustible pesado JP-5.

Otra de las características diferenciales es su capacidad autónoma. Según la compañía, el e-VTOL puede seguir su ruta a través de puntos de referencia programados en GPS. Por otro lado, explican, también puede operarse desde un punto de control por un piloto.

Para desempeñar sus funciones, el UAS planifica sus misiones y las controla a través de "una sencilla interfaz gráfica" que consiste en "apuntar y hacer click" para captar las imágenes, tal y como indica el fabricante. Además, estas imágenes se transmiten a una estación de control usando la tecnología fly-by-wire, que está controlada por computadoras y que hace que el S-100 pueda completar sus tareas en "los entornos electromagnéticos más complejos".