EEUU equipa un Black Hawk autónomo con dos drones Altius-600 en un experimento aéreo

El Ejército de Estados Unidos ha probado un helicóptero Sikorsky UH-60 equipado con dos drones, en concreto dos Altius-600 de vigilancia de objetivos terrestres, como parte de su programa de modernización de la flota de Black Hawk con tecnologías de vuelo autónomo desarrolladas en el programa impulsado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EEUU (Darpa).

Las pruebas se realizaron como parte de los ejercicios de la US Army’s Project Convergence en el campo de pruebas de Yuma en el desierto del sur de Arizona.

EEUU ha volado anteriormente UH-60 autónomos, pero las pruebas recientes son un paso más del Ejército para evaluar cómo encaja la autonomía dentro de sus futuras capacidades de vuelo. Esta fue la primera vez que la aeronave aterrizó de forma autónoma en una zona de aterrizaje no preparada. Uno de sus retos es incorporar un sistema de automatización en la cabina (Aircrew Labor In-Cockpit Automation System, Alias). El Alias está diseñado para permitir que incluso el UH-60, introducido en 1979, vuele de forma autónoma.

Los test

Para las pruebas, Darpa creó un escenario ficticio en el que un grupo de soldados estaba atrapado detrás de las líneas enemigas. Las rutas de reabastecimiento de vuelo se vieron amenazadas por las armas antiaéreas enemigas, lo que hizo que la misión fuera demasiado peligrosa para los pilotos del ejército estadounidense.

Mientras el Black Hawk estaba en ruta, los Altius-600 se desplegaron desde un kit de lanzamiento atornillado a la cubierta de la cabina del helicóptero, otra de las novedades del programa.