UGV, USV y UUV, España apuesta por los vehículos no tripulados por tierra y mar además del aire

Los drones ya no son únicamente sistemas aéreos sino que han conquistado también los ámbitos marítimo y terrestre. España no ha sido ajena a esta evolución y tanto sus Fuerzas Armadas (FFAA) con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FFCCS) han ido adquiriendo todo tipo de sistemas.

El Liropus es un buen ejemplo, es un vehículo submarino no tripulado (UUV) capaz de operar hasta más de 2.000 metros de profundidad y que se utiliza en España desde hace más de diez años. Este sistema tiene un precio aproximado de un millón y medio de euros y supone una herramienta de enorme importancia para conocer mejor el mar y poder tomar las decisiones adecuadas para conservarlo.

La Armada además trabaja con cuatro empresas españolas: Navantia, con el USV (vehículo de superficie no tripulado) Vendaval; Seadrone, con el USV Sead 23 y UTEK, con el USV Kaluga. Estos sistemas están llevando a cabo diferentes operaciones. El pasado 15 de septiembre, por ejemplo, los tres vehículos de superficie efectuaron un ejercicio coordinado por la Armada española en el que defendieron las proximidades de la base de los Fuzileiros de la Marinha portuguesa en la península de Troia de una incursión con lanchas rápidas.

El Vendaval es una referencia en este ámbito, destaca por su diseño modular y escalable, adaptable a diferentes misiones y plataformas. Se trata de un sistema que integra distintas tecnologías como mando y control, comunicaciones, navegación, posicionamiento y control de maniobra, detección de obstáculos y anticolisión, etc.

Otras aplicaciones de los USV son los estudios hidrográficos, y uno de los drones favoritos utilizado para esto es el Z-Boat 1800 de la empresa The Ocean Science Group o el Z-Boat 1800MX, destinado a estudios piscícolas. El sistema integra una sonda científica Biosonics MX que permite la catalogación y conteo de las diferentes especies piscícolas en función del eco recibido.

Vehículos terrestres no tripulados (UGV)

Los UGV tienen también diversas aplicaciones y van ganando terreno con el paso de los años. Ejemplo de ello es el Themis, un vehículo de la empresa estonia Milrem Robotics que tiene capacidad para recorrer más de 1.200 kilómetros en terrenos de arena, roca de lava y a temperaturas que alcanzan los 50 grados. Tiene autonomía para operar durante más de 330 horas y transportar hasta 750 kilos de carga útil.

El sistema está siendo evaluado en el marco del programa Escorpión impulsado por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).

La española Santa Bárbara Sistemas también cuenta con un vehículo de este tipo, el Mutt. Un sistema compacto y de gran movilidad que opera con propulsión eléctrica para dar servicio a un rodadura configurable en cadenas o ruedas (4x4, 6x6 u 8x8). La carga de pago es de 500 kilos (en la versión 8x8) lo que le da una gran versatilidad a la hora de configurar la plataforma para distintos roles. Además, el UGV cuenta con una estación de armas remota Guardian 2.0 de Escribano.

Más recientemente y en el plano internacional, las empresas israelíes Elbit Systems y Roboteams han lanzado el Rook, un UGV militar de carga múltiple 6x6. Cuenta con un diseño único y una suite de autonomía incorporada que ofrece una capacidad, maniobrabilidad y agilidad mejoradas de sus modelos anteriores. Con un peso de 1.200 kilos, un centro de gravedad bajo (esencial para transportar cargas pesadas en terrenos accidentados) y una distancia al suelo de 24 cm, este UGV es capaz de transportar hasta 1.200 kg de carga útil manteniendo por completo su maniobrabilidad.