Para afinar el funcionamiento de la solución la Agencia Espacial estadounidense ha llevado a cabo una extensa campaña de pruebas experimentales a lo largo de los últimos meses, con el objetivo de analizar cómo funcionan los elementos en conjunto, incluyendo simulaciones y pruebas de vuelo con UAS.Según el subdirector interino del proyecto en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Virginia, Michael Vincent, la solución no modificará la forma en la que los pilotos ejecutan sus operaciones: "si todo va según lo previsto en vuelo, el operador no notará el funcionamiento del sistema, ya que el IASMS solamente envía la alerta antes de que se produzca una situación inusual, como la pérdida de navegación o comunicación".Estrategias de mejora de la seguridad a largo plazoEl equipo de desarrollo de la solución, además, ha completado recientemente una simulación en el Laboratorio de Trabajo en Equipo de Autonomía Humana del Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, destinada a descubrir cómo se podrían usar elementos críticos del IASMS en las operaciones de socorro y recuperación después de huracanes.Durante esta simulación, 12 pilotos de drones completaron tres sesiones de 30 minutos en las que manejaron hasta 6 drones que sobrevolaban la zona de visibilidad para realizar entregas de suministros a los residentes varados tras un huracán severo.
En colaboración con equipos de todo el país, la agencia espacial estadounidense ha puesto a prueba recientemente tecnologías avanzadas que permitirán a aeronaves, incluidos drones y helicópteros equipados con sistemas autónomos, monitorear y combatir incendios las 24 horas del día, incluso en condiciones de baja visibilidad.Gracias a un novedoso sistema de gestión del espacio aéreo, bautizado como PAMS, este tipo de plataformas voladoras pilotadas remotamente podrán operar durante la noche, ampliando las ventanas de tiempo disponibles para controlar los incendios, reduciendo el riesgo de colisión con el terreno o con otros aviones y evitando la limitación que suponen las franjas horarias donde la visibilidad no es clara.Un sistema del tamaño de una maleta que no depende de InternetLas unidades PAMS, desarrolladas por los investigadores del proyecto Acero (Advanced Capabilities for Emergency Response Operations), tienen un tamaño similar al de una maleta convencional, están equipadas con un ordenador para la gestión del espacio, un sistema de radio para compartir información con otros equipos y un receptor ADS-B (Automatic Dependent Surveillance-Broadcast) para captar el tráfico aéreo cercano.El sistema tiene como objetivo permitir a los pilotos de drones evitar colisiones aéreas mientras operan de forma remota, compartiendo planes de vuelo con otros aviones en la red y ofreciendo información básica sobre la ubicación del fuego y las condiciones meteorológicas.
El sistema, denominado Airvue (Airborne Instrumentation for Real-world Video of Urban Environments) y fabricado en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong, se utilizará para recopilar conjuntos de información amplios, diversos y accesibles sobre el clima y otros obstáculos, que se utilizarán para crear una nube de datos a la que podrán acceder los fabricantes de aerotaxis y drones con el fin de evaluar cómo sus plataformas pueden “ver” el mundo que las rodea.La tecnología ya ha sido probada por expertos a bordo de un helicóptero tripulado en un ensayo llevado a cabo en el Centro Espacial Kennedy.
En estas instalaciones, la NASA ha establecido un laboratorio para analizar la calidad de los viajes de los pasajeros, creando una experiencia inmersiva a través de la combinación de imágenes virtuales, señales de movimiento físico y sonidos de rotor. Este trabajo está gestionado por el proyecto Revolutionary Vertical Lift Technology, enmarcado en el Programa de Vehículos Aéreos Avanzados de la Agencia, en apoyo de la Misión de Movilidad Aérea Avanzada, que buscan entregar datos para guiar el desarrollo de los taxis aéreos y drones eléctricos en la industria global.Realidad virtual al servicio de la cienciaLas primeras pruebas en el nuevo simulador estuvieron protagonizadas por el piloto de pruebas de la NASA Wayne Ringelberg, quien completó una extensa serie de ensayos destinada a ayudar al equipo de investigadores a realizar ajustes críticos, antes de que otros usuarios participen en el primer estudio a finales de este año. Según ha explicado la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio, “Ringelberg se sentó en el asiento que estaba sobre la plataforma del simulador, con un casco de realidad virtual y auriculares, experimentando un vuelo en taxi aéreo que comenzó con un despegue desde un vertipuerto conceptual ubicado en un parking de San Francisco”.
En otro proyecto individual con Lockheed Martin, la NASA está realizando pruebas dinámicas de aplastamiento e impacto balístico de nuevos materiales compuestos tejidos.En los estados de Virginia y California, la NASA y Northrop Grumman están investigando el uso de sistemas aéreos no tripulados de grandes dimensiones para el transporte de carga entre aeropuertos y puntos de acceso al denominado Sistema Nacional del Espacio Aéreo (NAS).Finalmente, dentro de las asociaciones destacadas, la NASA y el MIT están analizando la contribución humana a la seguridad y desarrollando métodos para mejorar esta característica en sistemas autónomos.
Para ello, la NASA probará el diseño de las baterías de Archer, validando que las celdas están hechas a medida para aplicaciones aeroespaciales, incluido el despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL) y el despegue y aterrizaje eléctrico convencional (eCTOL).
La empresa Joby Aviation, desarrolladora de aeronaves eVTOL para el servicio comercial de pasajeros, ha completado recientemente una serie de simulaciones de tráfico aéreo con el Centro de Investigación Ames de la NASA. En estas pruebas se evaluó cómo las operaciones de taxi aéreo pueden integrarse en los espacios aéreos actuales, incluso en aeropuertos muy transitados, utilizando herramientas y procedimientos de control ATC existentes.Las simulaciones sirvieron para probar distintos escenarios operativos en los que decenas de aeronaves entraban y salían cada hora del complejo y concurrido espacio aéreo de la región Dallas-Fort Worth (DFW).
Por otra parte, la ubicación de la antena HSB en el Ingenuity, en la parte derecha, también complica las comunicaciones en situaciones complejas.Un dron muy ligeroEntre las características del Ingenuity, este destaca por ser un dron muy ligero.
Jones afirmó: "Nuestro trabajo conjunto mejorará el acceso al espacio aéreo y transformará la forma en que los sistemas no tripulados se utilizan para transportar mercancías a través del espacio aéreo de Estados Unidos y ayudará a establecer la integración del espacio aéreo crítica para futuros esfuerzos de trabajo en equipo tripulados no tripulados."
Esto se debe a que la infraestructura aérea del país está ahora mismo dedicada a los aviones, pero en el futuro los vertipuertos serán cada vez más importantes, sobre todo en las zonas urbanas.Objetivos El Centro de Investigación Langley y el Centro de Investigación Ames han completado ya una serie de pruebas.