La compañía nipona abrió una sede subsidiaria en California para cumplir con la Ley de Autorización de Defensa Nacional y poder ofrecer un precio competitivo en el país americano.La luz verde para Japón en Norteamérica se produce, precisamente, en un contexto de dificultades para China y su empresa más conocida en el sector: DJI. El Departamento de Defensa estadounidense la incluyó en una lista de compañías militares chinas el pasado año.