Permite a los operadores realizar reconocimientos en áreas urbanas y rurales, así como vuelos en interiores de edificios, para de esta manera identificar amenazas potenciales, minimizar riesgos tanto de daño colateral como de bajas propias, aumentando de esta manera la eficacia de las misiones asignadas.El Ejército del Aire y del Espacio explica que "la adquisición del dron Black Hornet 3 por parte del Ezapac refuerza las capacidades de las Fuerzas Especiales españolas, permitiendo operar con mayor seguridad y eficacia en entornos complejos y en conflictos contemporáneos donde la información en tiempo real es esencial para el éxito de las misiones".
Cada sistema está compuesto por tres UAV, estaciones de control en tierra, estaciones de datos, cámara T-Stamp-XR -carga útil-, terminales de vídeo remoto, equipo de apoyo en tierra (GSE, por sus siglas en inglés), kit vehicular y paquete de baterías. Tras cuatro años de operación con este sistema, el Ejército busca con este contrato recién licitado reponer parte del segmento aéreo, integrado por el avión completo con todos sus sistemas y algunos elementos de la carga útil -aquellos que no son necesarios para el vuelo-, que ya no funciona o no está en perfectas condiciones.