Volar un pequeño UAS significa volar una aeronave y un comportamiento inseguro puede costar caro”, recuerda el administrador de la FAA, Mike Whitaker.Fuentes de la entidad han hecho públicos recientemente varios casos de aplicación de sanciones, entre los que destaca una multa de 32.700 dólares contra una persona que interfirió en una operación policial mientras volaba un dron mal registrado y sin iluminación, sobrepasando la altitud máxima permitida y obligando a un helicóptero tripulado a detener la búsqueda de un sospechoso; una multa de 18.200 dólares contra una persona que operó un dron no registrado durante el Gran Premio de Fórmula 1 de Miami, ignorando una restricción de vuelo temporal (TFR por sus siglas en inglés) y varias regulaciones, incluida la operación en espacio aéreo de clase D sin autorización previa y más allá de la línea visual; y dos multas de 16.000 y 4.000 dólares contra dos operadores que volaron sus drones cerca del SoFi Stadium durante la 56ª Super Bowl mientras estaba vigente una TFR y la zona estaba clasificada como “espacio aéreo de defensa nacional”, sin poseer, además, ningún certificado de piloto remoto.La FAA ha aprovechado el comunicado para alentar a las personas a denunciar las operaciones de drones no seguras y no autorizadas a las Oficinas de Normas de Vuelo locales, encargadas de registrar las aeronaves que vuelan bajo, los informes de accidentes, las certificaciones y operaciones de transportistas aéreos, los permisos de vuelo, las licencias de aviadores, mecánicos, despachadores y paracaidistas o los problemas operativos de todo tipo de plataformas aéreas, entre otras muchas cuestiones.
Un ciudadano de origen ruso israelí de 50 años fue detenido el pasado jueves en el paso fronterizo de Storskog, el único punto de tránsito entre Noruega y Rusia, después de que la policía encontrara dos drones de la marca china DJI y varias unidades de almacenamiento de datos en su coche durante un control rutinario.