Manuel Oñate AERPAS "España se encuentra en buena posición de partida para capitalizar el desarrollo de este mercado"
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Manuel Oñate AERPAS "España se encuentra en buena posición de partida para capitalizar el desarrollo de este mercado"

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La trayectoria de Manuel Oñate es sinónimo de dedicación al sector de los UAV, industria en la que es referente indiscutible. Este ingeniero de caminos cuenta con 25 años de experiencia trabajando en capital inversión y desarrollo de negocio internacional. Durante su dilatada carrera, ha dirigido el área de Desarrollo de Negocio en Unmanned Solutions, compañía española pionera en la producción de UAS. Actualmente no solo es responsable de la Asociación Española de RPAS (AERPAS), también se encuentra al frente de EuroUSC España y el programa de drones ligeros de Eurocae. Desde AERPAS, Manuel Oñate se esfuerza por impulsar una normativa unificada que beneficie al sector, impulsando la exportación de productos españoles. A pesar de su ajetreada agenda, ha podido hablar con Infodron.es para aportarnos su visión sobre el estado de los UAV en nuestro país.

¿Cómo ve el panorama futuro a los RPAS a corto-medio plazo en el ámbito comercial?

Los RPAS ya constituyen el subsector de mayor crecimiento en la industria de la aviación civil, con cifras de crecimiento de dos o tres dígitos, en un entorno global de estancamiento económico. Son por lo tanto una de las tecnologías con mayor potencial de desarrollo futuro en los próximos años.

¿Y cuál es el motivo?

La razón es muy sencilla. Con los RPAS nos adentramos en una nueva era de la aviación, la que podríamos denominar como la de la “aviación personal  y a la medida”. Esto significa que aparece la posibilidad, para cualquier ciudadano o cualquier empresa de casi todas las ramas  de actividad, de utilizar una aeronave para ejecutar trabajos que anteriormente eran prohibitivos o sencillamente imposibles. Hay que tener en cuenta además, que las cifras de crecimiento que menciono anteriormente son sólo la punta del iceberg, puesto que hasta la fecha los RPAS se están utilizando exclusivamente como medios sustitutivos de los sistemas convencionales tripulados para realizar el mismo tipo de misiones, aprovechando la ventajas que suponen su menor coste y la reducción del riesgo de las operaciones derivado de la inexistencia de personas a bordo. Todavía faltan por aparecer las aplicaciones genuinas de los RPAS, aquéllas que no se han podido desarrollar antes porque no era posible realizarlas con aeronaves convencionales.

¿En qué situación se encuentra España respecto de otros países productores de la industria de los UAS?

En estos momentos Europa es el principal mercado mundial en lo que se refiere a la operación de RPAS para aplicaciones civiles. Dentro de Europa, España se encuentra en la cuarta o quinta posición, es decir más o menos igual que en el caso de la aviación convencional. En cuanto a la fabricación los principales países productores son China y los Estados Unidos, muy por delante de Europa. También España ocupa la 4-5 posición dentro de Europa, pero evidentemente con un menor peso en el entorno global.

¿Cómo valora el estado de la investigación y el desarrollo en el campo de UAS a nivel nacional?

España se encuentra en una buena posición de partida para capitalizar el futuro desarrollo de este mercado. Contamos con varias ventajas que estamos aprovechando, aunque de una forma algo limitada. En primer lugar, España tiene un clima y una geografía muy adecuados, así como una reducida congestión del espacio aéreo en la mayor parte del territorio. Además contamos con centros tecnológicos de muy alto nivel y experiencia contrastada en este campo, incluyendo al que probablemente sea el más importante de Europa, el FADA-CATEC en Sevilla. Todo ello nos coloca en muy buena posición para realizar la experimentación que es necesaria para el desarrollo de esas futuras aplicaciones que mencionaba anteriormente y que están llamadas a revolucionar el mundo de la aviación.

¿Y de cara al futuro?

España cuenta con grandes empresas en sectores clave que van a convertirse en demandantes de servicios como son las empresas constructoras, las eléctricas y las de seguridad. Todas ellas con una fuerte presencia internacional que las convierte en empresas tractoras capaces de promover la exportación de las soluciones que se pueden desarrollar en España. En mayor o menor medida, son estas empresas precisamente las que están promoviendo los proyectos más interesantes y con mayor potencial, si bien en mi opinión, de una forma todavía muy tímida, sin invertir lo necesario para asegurar el éxito en el corto espacio de tiempo disponible en un sector tan dinámico como éste.

¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrenta?

La falta de inversión es el principal freno que experimenta el sector en estos momentos en mi opinión. La financiación pública de apoyo al I+D+i no es adecuada, porque el tipo de empresas que integran el sector, que suelen ser de muy reducido tamaño, tienen dificultad para acceder a las ayudas y porque el tipo de proyectos que se financian no son los que sería necesario emprender en estos momentos. Los inversores institucionales tampoco están entrando en el sector, a mi juicio por una mezcla de falta de visión, tanto de los propios inversores como de las empresas del sector y una falta de transparencia acerca de las capacidades actuales y posibilidades futuras de la tecnología.

¿Cómo se podría solucionar?

Ante esta situación, me parece que es urgente un encuentro entre todos los agentes del mercado mencionados anteriormente: fabricantes y operadores, usuarios finales, inversores potenciales y administraciones públicas, tanto en su faceta de reguladores como de usuarios, para discutir abiertamente sobre estos temas y buscar soluciones. Una oportunidad excelente para ello es la próxima convocatoria de la feria sectorial española UNVEX 2016.

Foto: Manuel Oñate



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