El sector agrícola aragonés custodia sus cultivos con la ayuda de drones
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El sector agrícola aragonés custodia sus cultivos con la ayuda de drones

Dron de la empresa Paintec sobrevolando un campo cultivado. Foto Paintec
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La empresa aragonesa Paintec ha desarrollado un sistema integral de monitoreo y vigilancia, a partir del uso de drones, satélites y sensores, que posibilita a los productores agrícolas de Aragón mantener un control eficiente sobre sus cultivos y conseguir un ahorro significativo de recursos.

“Nuestro servicio se basa en captar imágenes con un dron, procesarlas y, en base a esos datos,  dar una serie de recomendaciones que ayuden a los clientes a ahorrar en insumos y a mejorar la eficiencia y gestión de su explotación”, ha explicado a Infodron.com el cofundador de Paintec, José Manuel Ruiz, quien fundó la empresa junto a otros dos amigos.  

La compañía utiliza drones DJI900, que llevan incorporadas cámaras multiespectrales de cinco lentes: tres trabajan en una longitud de onda visible -rojo, azul y verde- y las otras dos en ondas infrarrojas. Éstas últimas son las que permiten desentrañar en qué situación se hallan las plantas y, ante cualquier inconveniente, sugerir las medidas a tomar.

Una de las ventajas que ofrece Paintec es la de adaptarse a la tecnología con la que ya cuentan los productores. Con la información recolectada, la empresa elabora mapas de las plantaciones que es capaz de introducir en los sistemas GPS de los tractores y demás maquinaria acoplada. “Si un campo lo zonificamos en tres zonas para no abonar en los tres por igual, ese mapa se lo metemos al tractor y entonces la maquinaria ya va dosificando en la zona que queremos”, ha asegurado Ruiz.

Desde la empresa afirman que la posibilidad de variar el uso de insumos –ya sea abono, insecticidas, fertilizantes, etc.- dependiendo del estado de cada parcela se traduce en una  reducción de entre 25% y 30%  en los costes de producción.

La frecuencia de los vuelos con el dron depende del tipo de producción: “Si hablamos de cultivos leñosos o frutales hacemos tres vuelos durante la campaña, siempre cuando hay vegetación en los árboles: el primero con la floración, el segundo cuando el fruto está madurando y el tercero poco antes de la recolección –ha enumerado Ruiz-. Y si estamos en cultivos herbáceos, como cereales y leguminosas, hacemos un vuelo cuando se echa el abono de cobertera para intentar hacer una dosis variable y, el segundo, un mes antes de que se vaya a cosechar, para ver cuál ha sido el resultado de toda la campaña y poder hacer una estimación de producción”.

Actualmente, esta start up oriunda de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), cuenta con 45 clientes –todos de la comunidad de Aragón- que van desde pequeños agricultores, productores con miles de hectáreas y cooperativas agrarias que reúnen a muchos asociados, a quienes Paintec les cobra entre cinco y ocho euros por hectárea anualmente.

Ruiz ha afirmado que fue una sorpresa lo fácil que les resultó persuadir a los productores aragoneses para que incorporasen la tecnología en sus campos: “Nosotros pensábamos que nos iba a costar más con la gente mayor, sabemos que en el sector agrícola la media de edad es bastante alta, pero nos han recibido con las manos abiertas y la verdad es que estamos teniendo bastante buenos resultados”.

El éxito conseguido entre los aragoneses ha impulsado a Paintec a cruzar las fronteras autonómicas para empezar a probar suerte en otros mercados, como en las vecinas Navarra y La Rioja, enfocándose principalmente en los viñedos.

Otros servicios más allá del dron

 

Aunque en un comienzo en Paintec solo utilizaba drones, con el paso del tiempo notaron que éstos presentaban ciertas limitaciones que impedían brindar una respuesta completa a los diversos problemas de sus clientes. Por este motivo, decidieron incorporaron a sus servicios tecnología satelital.   

“Al dron no puedes ir a volarlo todas las semanas porque sería un gasto operativo muy alto que el agricultor no puede asumir. Pero la ventaja del satélite es que va tomando datos cada dos o tres días, cada vez que orbita por encima de los cultivos, y entonces tenemos información continuada durante toda la campaña”, ha explicado Ruiz.

Sin embargo, existe un inconveniente: las imágenes captadas por satélite no son tan precisas. “Con el dron tenemos precisión en centímetros y con el satélite tenemos rangos de ocho a diez metros de precisión por pixel –detalla el cofundador de la compañía-. Por eso intentamos jugar entre las dos tecnologías”.

Otra innovación que Paintec ha incorporado son los sensores en campo, que permiten cubrir la otra pata, además de la planta, de la actividad agrícola: la tierra.  “Nosotros (con los drones y satélites) solo podemos medir la información de la planta, la luz que reflejan los cultivos; y con las sondas medimos la información de la tierra: conductividad, temperatura, humedad y algún otro parámetro que sea de interés para el agricultor. Y así, de existir algún problema, saber sin duda alguna de dónde proviene”, ha sostenido Ruiz.



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