Indra ha anunciado los puntos a seguir para la evolución de sus sistema antidrón Arms. La solución de la empresa se integrará con los sistemas de gestión de tráfico aéreo convencional (ATM) y no tripulado (UTM) de los aeropuertos y con sistemas de defensa aérea militar.
Indra ha desvelado la estrategia que seguirá para proteger infraestructuras críticas, aeropuertos, edificios oficiales y eventos públicos de la amenaza cada vez mayor que traerá la próxima generación de drones. Para la firma, “la estrategia a seguir para defender cualquier espacio se debe basar en tres principios básicos: adaptación a las necesidades específicas del entorno que se protege, integración y empleo combinado de diferentes sensores y contramedidas, y uso redundante de sensores en número y ubicación”.
En este sentido, los portavoces de Indra han indicado que “contrarrestar a los drones se deberá contar con sistemas de vigilancia capaces de detectar e identificar aparatos de pequeño tamaño. Estos sistemas deberán hacer frente a las diferentes estrategias de engaño, ocultación o incluso aturdimiento que los atacantes más especializados puedan utilizar. Los sistemas antidrón deberán ser capaces de identificar con gran rapidez el tipo y modelo de dron y clasificarlo como amigo o enemigo”.
Por otro lado, desde la empresa española han explicado que Arms “incorporará contramedidas blandas muy dirigidas y eficaces, algo especialmente importante para emplearlos en aeropuertos sin interferir con radares y sistemas electrónicos, incluyendo los de las aeronaves”.
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