Embry-Riddle y Drone Defense Systems presentan su antidrón inteligente
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Embry-Riddle y Drone Defense Systems presentan su antidrón inteligente

Zona restringida de UAV. Foto Embry-Riddle.
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Embry-Riddle y Drone Defence ha presentado su nueva tecnología antidrón, que los guía de manera automática para aterrizar de manera segura. Este sistema se comercializará bajo un acuerdo de licencia entre ambas entidades.

La tecnología, desarrollada por el miembro de la facultad de Embry-Riddle Houbing Song sugiere una forma segura y asequible de neutralizar los drones que presenten un peligro, sin tener que derribarlos ni obligarlos a aterrizar, incluso en entornos civiles como grandes estadios al aire libre y aeropuertos.

Bajo el acuerdo de licencia, Drone Defense ha recibido derechos exclusivos para comercializar la tecnología, según ha explicado la directora ejecutiva de transferencia de tecnología para el parque de investigación de Embry-Riddle, Stephanie A. Miller.

El sistema propuesto aprovecha una red de sensores acústicos inalámbricos para identificar a los drones. De esta manera, para distinguirlos de las aves, se ha construido un sistema de redes neuronales que están aprendiendo para volverse más inteligentes y eficaces a la hora de clasificar e identificar un UAV. Después de que el sistema confirma que es un avión no tripulado, los sensores acústicos, trabajando en conjunto con los receptores de baliza, transmiten información a un centro de control.

Reconocimiento de patrones para interrumpir el vuelo

 

Si el dron se encuentra en un vuelo no autorizado, el utiliza técnicas de reconocimiento de patrones para descifrar el canal de transmisión de vídeo del UAV e interrumpir la transmisión con un mensaje de advertencia. "Para cada avión no tripulado, el patrón acústico puede ser un poco diferente, pero podemos distinguirlos, al igual que cualquiera puede distinguir entre un pájaro cantor y el ruido de un cuervo", ha explicado Song.

El sistema también puede secuestrar el canal de comunicación del avión no tripulado para activar su vuelo de retorno predeterminado, o engañarlo para que abandone el área. “Interrumpe la comunicación entre el piloto y el dron, descubre qué lenguaje habla el UAV, activa un sistema de emulación que imita su lenguaje y le arrebata el control al piloto", ha detallado Song.

 

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