Afganistán prohíbe vuelos de RPAS equipados con cámaras

Uno de los territorios más empleados del mundo durante la pasada década en el desarrollo de los drones, Afganistán, ha pasado a establecer una importante limitación: los medios de comunicación ya no podrán emplear sus cámaras desde estos sistemas aéreos remotamente tripulados (RPAS). La realidad es que ambas circunstancias guardan una relación directa. Muchos países aprovecharon su despliegue de tropas durante años en el país de Oriente Medio, a partir de 2001, para ensayar sobre el terreno con unas aeronaves no tripuladas cuyas legislaciones de sus respectivos estados les impedían probar en sus propios suelos nacionales. Precisamente la preocupación por la seguridad que se vive en un país tan azotado por la guerra es la excusa esgrimida por su Gobierno para prohibir el uso de drones de filmación.

Contra la medida ya se han levantado distintas voces advirtiendo de las consecuencias para la libertad de prensa y de acceso a la información que puede tener en un país donde, paradójicamente, este tipo de aeronaves se emplea con gran profusión con fines militares.

Las autoridades afganas ya mantenían desde hace años áreas libres de fotografías y vídeos tanto militares como no militares, informa Efe Distintos medios están dando a entender que se trata de una prohibición general. Sin embargo, otros, como el caso de Europa Press, recogen que las restricciones emitidas ahora por el Consejo de Seguridad Nacional de Afganistán aumentan esas áreas, pero no se refieren a la totalidad del país.

Una de las mayores reticencias a la medida mostradas por los medios de comunicación se refiere al constante uso que se hace en el país de drones estadounidenses con propósitos militares y a los que no se aplica ninguna nueva restricción.

El uso de aeronaves no tripuladas, principalmente militares, en Afganistán es tal que ya multiplica ocho veces las horas de vuelo con aviones convencionales en el país. La inmensa mayoría son aparatos extranjeros. Afganistán, de hecho, recibió sus primeros drones de vigilancia a principios de este mismo año.

La decisión fue anunciada por el Ministerio del Interior afgano el pasado miércoles y afecta principalmente a los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales que operan en el país.