Francisco Muñoz INTA "El entorno técnico en España es satisfactorio, la inversión no"

Francisco Muñoz Sanz, director del área de Programas Aeronáuticos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), comenta con Infodron.es sus impresiones sobre el sector de los UAV y el papel del organismo público en este ámbito. Desde su despacho, Muñoz Sanz lleva a cabo un interesante repaso sobre la industria, que Infodron.es ha reflejado en esta segunda parte de la entrevista cuya primera entrega se publicó el pasado día 11 de este mes.

¿En qué posición se encuentra INTA en el escenario internacional en lo que respecta a su relación con otras agencias y empresas del sector?

El INTA siempre ha tenido una magnífica relación con la NASA. De vez en cuando mantenemos conversaciones sobre temas de interés para ambos. Hay otras agencias internacionales que se han interesado por nuestros sistemas, sobre todo los que ya están desarrollados. Luego, existen entidades que piden tener acceso a la capacidad de comercializar e industrializar nuestros productos, como ha ocurrido en Brasil. Fundamentalmente se interesan por los productos más accesibles para el mercado, como son DIANA y ALO. Además, hay un interés importante de diversas fuerzas armadas y otras empresas, pero resulta costoso que los contratos terminen de coger forma. En lo que respecta nosotros, la prioridad del INTA es vender conocimiento.

¿Qué ventajas e inconvenientes destacaría acerca de la industria española en materia de UAV?

El entramado tecnológico e industrial en España es muy bueno. Hay muchas ganas de poner proyectos en marcha por parte de las comunidades autónomas, que quieren desarrollar sus propios órganos tecnológicos aeronáuticos, como es el caso de Andalucía. A mi parecer el entorno técnico es bastante satisfactorio, pese a que la inversión no lo sea. La empresa privada no suele financiar estos proyectos, por lo que suele ser el sector público el que se hace cargo. Nuestras compañías están capacitadas para producir cualquier producto a casi todos los niveles, aunque hay algunos de gran envergadura que requieren un desarrollo conjunto.

Los RPAS cuentan con una presencia cada vez mayor en la vida cotidiana. ¿Cree que realmente existe un futuro factible para sus aplicaciones comerciales?

Creo que sí, ya que es un camino que tiene poca vuelta atrás. Existen muchas aplicaciones identificadas, como la vigilancia de cualquier sistema, objetivo, infraestructura, instalación o incluso fronteras. Todo el mundo está deseando utilizar estos medios, ya que son muy flexibles, disponibles y baratos. Las aplicaciones son suficientemente maduras a nivel tecnológico para sacarlas adelante. Aun así, va a costar alcanzar el nivel de exigencia requerido por las certificaciones.

El proceso de pruebas y certificación de un UAV es un trabajo que suele pasar inadvertido para las personas ajenas al sector. En este sentido, ¿qué valoración haría de centros de ensayo como el Arenosillo, en Huelva? 

De momento es ahí donde realizamos todos los vuelos que no requieren pista y esperamos contar próximamente con una para llevar a cabo todos los demás. En el Arenosillo tenemos un campo de ensayos muy grande, que se puede reservar con suficientes garantías para que los ensayos sean seguros y bien equipados. En ese sentido, han jugado un papel muy importante en el desarrollo de nuestros UAV. Además, proveen el servicio de ‘avión blanco’ para los usuarios, por lo que también nos aportan experiencia a la hora de desarrollar nuestros aparatos para el mismo fin. Por su parte, usan ALBA y DIANA. De esta manera, la sinergia es total, ya que hemos aprendido mucho de ellos y ellos han comprobado que nuestro esfuerzo está siempre orientado a conseguir un sistema competente.

Foto: INTA